jueves, 2 de julio de 2009

VERSOS ÁUREOS DE PITÁGORAS


Honra primeramente a los Dioses Inmortales, según están establecidos por la Ley. Respeta el juramento con toda suerte de religión. Honra después a los genios de bondad y de Luz. Respeta también a las inteligencias terrestres, rindiéndoles el culto que legítimamente se les debe. Honra también a tu padre, a tu madre y a tus más próximos parientes. Escoge por amigo entre los hombres, al que se distingue por su virtud, cede siempre a sus dulces advertencias y a sus acciones honestas y útiles, y no llegues a odiar a tus amigos por una ligera falta, mientras puedas. Pues el poder habita cerca de la necesidad. Sabe que todas éstas cosas son así, luego acostúmbrate a sobreponer y vencer las siguientes pasiones: En primer lugar sobreponte a la gula, la pereza, la lujuria y la cólera. No cometas jamás ninguna acción vergonzosa, ni con los demás ni contigo en particular, y sobre todo respétate a ti mismo. Luego observa la justicia en tus actos y en tus palabras. Y no te acostumbres a hacer la menor cosa sin regla ni razón. Haz siempre esta reflexión: que por el Destino está ordenado a todos los hombres el morir. Y que los bienes de la fortuna son inciertos, y así como se les adquiere se les puede perder. En todos los dolores los hombres sufren por la divina fortuna. Soporta dulcemente tu suerte tal como es, y no te enojes por ello. Trata sin embargo, de remediarla en cuanto puedas, y piensa que el Destino no envía la mayor parte de esos males a las gentes de bien. Se hacen entre los hombres muchas clases de razonamientos buenos y malos,no los admires enseguida, ni los aceptes tampoco. Pero si avanzan las falsedades, cede dulcemente y ármate de paciencia... Observa en toda ocasión lo que voy a decirte: Que nadie, ni por sus palabras ni por sus hechos te seduzca jamás, llevándote a hacer o a decir lo que es inútil para ti. Consulta y delibera antes de obrar, a fin de que no hagas acciones locas, porque es de un miserable el hablar y obrar sin razón ni reflexión. Haz pues todo lo que por consiguiente no te aflija y te obligue luego al arrepentimiento. No hagas ninguna cosa que no sepas, pero aprende todo lo que es necesario saber, y por ese medio llevarás una vida dichosísima. No hay que descuidar de ningún modo la salud del cuerpo, así le has de dar con mesura de beber y de comer y los ejercicios que necesite. Pero yo llamo mesura a lo que no te incomodará. Acostúmbrate a vivir de una manera propia y sin lujo. Evita provocar la envidia, y no gastes fuera el tiempo, como el que no conoce lo que es bueno y honesto. Pero no seas tampoco avaro ni mezquino, porque la justa mesura es excelente en todas las cosas. No hagas sino las cosas que no puedan perjudicarte y razona antes de hacerlas. No cierres tus ojos al sueño cuando te acuestes, sin examinar por tu razón las acciones del día; en que he faltado?... que he hecho?... que he dejado por hacer que debía haber hecho?; comenzando por la primera de tus acciones, y continuando por todas las demás. Si en ese exámen ves que has fallado, repréndete severamente, y si has hecho bien regocíjate de ello. Practica bien todas éstas cosas, medítalas bien; es menester que las ames con toda tu alma; ellas te colocarán en el camino de la virtud divina. Por aquel que ha otorgado en nuestra alma el sagrado cuaternario, fuente de la naturaleza, cuyo curso es eterno; no comiences a obrar, sin rogar a los dioses terminar lo que vas a emprender. Cuando te hayas familiarizado con esta costumbre, conocerás la constitución de los dioses inmortales y de los hombres, hasta donde se extienten los seres, y lo que les contiene y les une. Conocerás también, según la justicia, que la naturaleza de este Universo para todos es semejante, de suerte que no esperarás lo que no debe esperarse, y nada te será oculto en este mundo. Conocerás así que los hombres se atraen voluntariamente sus males, y por su propia elección; miserables como son, no ven ni entienden que los bienes están cerca de ellos. Hay muy pocos entre ellos que sepan librarse de sus males, tal es la suerte que ciega a los hombres y les quita el espíritu. Semejantes a los cilindros ruedan de aquí para allá, siempre abrumados de males sin cuento. Porque la funesta contención nacida con ellos, y que les sigue, les agita sin que ellos lo noten. en lugar de provocarla e incitarla, deberían huir de ella cediendo. GRAN JUPITER,PADRE DE LOS HOMBRES, VOS LES LIBRARIAS DE TODOS LOS MALES QUE LES ABRUMAN, SI LES MOSTRASEIS CUAL ES EL DOMINIO EN QUE SIRVEN! Pero ten ánimo; la raza de los hombres es divina. La sagrada naturaleza les describe los misterios más ocultos. Si ella te hace parte de sus secretos, tu llegarás fácilmente al fin de todas las cosas que te he ordenado. Y curando tu alma, la librarás de todas las penas y de todos esos trabajos. Abstente de las carnes que hemos prohibido en las purificaciones. Y respecto de la liberación del alma, discierne lo justo, y examina bien todas las cosas. Déjate siempre guiar y conducir por el entendimiento que viene de arriba y que debe tener las riendas, y cuándo después de haberte despojado de tu cuerpo mortal, seas recibido en el aire puro y libre, serás un dios inmortal, incorruptible, a quien no dominará la muerte.


PITAGORAS MAESTRO ESPIRITUAL


Reflexión: Que vigencia tienen éstos versos actualmente, me imagino al Maestro hablando dulcemente pero con energía a sus discípulos, y hoy después de tanto tiempo y quizás compartiendo o no lo que decía no dejo de sorprenderme. Cúanta Sabiduría, Cuánto Amor, agradezco poder compartir con Uds. éstas PERLAS!!!

2 comentarios:

  1. Es muy cierto mu! Y muy lindo! (L)

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  2. apesar de los siglos ya pasados estos versos son consejos del diario vivir quien los aplique a su vida nunca tropezara. hay que seguir la senda de la sabiduria y seguir los pasos de los grades iniciados es lo esencial.

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