WIÑOY TRIPANTU

El 21 de junio se celebró en Uspallata (Pcia. de Mendoza) el Año Nuevo Indígena, la vuelta del sol, rito ancestral de la renovación de las fuerzas del cosmos y la naturaleza. La ceremonia se realizó en el Tunduqueral, cerro sagrado de los antiguos habitantes de la región que dejaron plasmada su huella en sus misteriosos petroglifos. En todas partes de la tierra hay pueblos originarios pero solo los que se mantienen puros pueden dar la guia que necesita la humanidad. Son mensajes que vienen de la parte espiritual, que hay que transmitir a todas las razas que esperan el nuevo cambio. Estos pueblos dicen que el bien y el mal viven en el mismo espacio espiritual, la persona invoca uno u otro, si yo pienso bien invoco el bien, si pienso mal invoco el mal. Todo ser humano tiene libre albedrío y las dos partes están dentro de sí. Dicen los autores de esta nota (Pablo y Emilio), que cuando estaban llegando a Uspallata aparecieron las águilas. Cada grupo, cada comunidad indígena tiene su guía espiritual, que es un animal o una piedra. Cada grupo tiene un tótem familiar, su dinastía, y en la parte de arriba de los bastones de mando se colocaba la figura que correspondía a su linaje. Los Calfulcurá, las machis que organizan ceremonias, usaban la piedra azul. Los Ranqueles, el zorro. Las machis hacen curaciones con piedras y otras con vegetales. El Cerro Tunduqueral está rodeado de montañas, lo que forma una gran circunsferencia que según la geometría sagrada permite que baje la energía de la Madre, comentan que ese día nevó lo que significa que la Pacha Mama o Madre Tierra se viste de fiesta, se puso su traje blanco (La Madre Naturaleza es sabia y siempre está a nuestro favor, aunque a veces no lo sepamos ver), cuando los corazones están abiertos el Sol brilla dentro nuestro. Uspallata es una palabra quechua que quiere decir: Uspa (el vaso, la bolsa) y llata (muerte), pero para los Ancianos Sabios la mueste no existe, sabemos que somos inmortales, entonces vamos aprendiendo de la vida, lo que sentimos y lo que irradiamos es lo que se manifiesta ahí afuera . Vamos aprendiendo de esa manifestación, de nuestros propios cambios en nuestra forma de pensar y en nuestra forma de sentir, se trata de sentido común, de DISFRUTAR EL CAMINO. Nacemos todos los días cuando recibimos al Sol, todos los días tenemos la oportunidad de crecer. Los Abuelos Sabios Indígenas nos enseñaron que tenemos 4 escuelas: la escuela de la Tierra y nos hacemos ecologistas, la escuela de la Luna que nos enseña sobre nuestras emociones, la escuela del Sol que nos hace transmitir e irradiar luz, felicidad, y la escuela de las Estrellas que nos dice de que lugar venimos para poder regresar...

HONREMOS A NUESTRA BENDITA TIERRA!!!

Extraído del Periódico de Integración Regional "El Paso" Pcia de Mendoza