domingo, 4 de octubre de 2009

LUNA LLENA





Cada mes, durante la luna llena, el Sol está alineado con uno de los doce signos del zodíaco. Los signos indican la cualidad de las energías subjetivas disponibles para ser transmitidas durante ese mes. En los ciclos anuales, la humanidad como un todo está expuesta a toda la gama de experiencia. Estas energías y cualidades estimulan la evolución de la conciencia humana; las energías zodiacales pueden ser utilizadas por todos los individuos. El trabajo consciente con estos diferentes tipos de energía espiritual lleva la inspiración e ideas al alcance de las mentes y corazones humanos. La meditación en el momento de la luna llena es una importante forma de servicio. La luna llena de cada mes es un período de intensificación de la energía y de elevación de la actividad espiritual.
La Luna se encuentra en el opuesto de la Tierra y alejándose del Sol. Esto permite una relación plena, directa y sin obstáculos entre la Tierra y el Sol, fuente de nuestra vida, de nuestra conciencia y energía, lo cual simboliza la relación existente entre la personalidad humana y el alma.
Mientras consideramos el trabajo posible este mes durante el plenilunio, recordemos que estamos trabajando en meditación junto con cientos de miles de personas en todo el mundo. Estos meditadores, trabajando individualmente o en grupos, establecen juntos el acercamiento de la luna llena a la Jerarquía, se hacen receptivos como grupo mundial a la corriente de energía disponible y crean los efectos necesarios.
Por lo tanto, para participar plenamente en este servicio planetario, es necesario que, al prepararnos para meditar, nos convirtamos en una parte consciente de este gran y creciente grupo de servicio. Podemos hacerlo muy sencillamente mediante el poder del pensamiento. Enlazamos conscientemente con este centro iluminado de meditación y nos identificamos con él. Así, nuestro propio trabajo queda resaltado por el grupo, al tiempo que le hacemos una contribución.

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