martes, 3 de noviembre de 2009

CONFUCIO "EL MAESTRO"


Confucio trabajó a favor de la revitalización de la cultura en tanto que medio para cultivar los sentimientos humanos y mantener la integridad y el bienestar de las personas. Atisbó un orden social guiado por sensibilidades razonables, humanas y justas, no por las pasiones arbitrarias de individuos entronizados de forma hereditaria, y advirtió de las consecuencias sociales si los hombres que ostentan las posiciones de poder obran sólo en beneficio propio, pasando por encima de la humanidad y de la justicia. Confucio creía en la regeneración de la conciencia pública y privada mediante la educación y la influencia de ideales culturales unificados.
Los aforismos confucianos sobre los principales aspectos del Libro de las Mutaciones son, en particular, claros ejemplos de la confluencia de estos temas, que en última instancia conducen a la idea de orden social como propia regla autónoma del individuo consciente, otorgando al gobierno una función puramente ceremonial, la de dirigir las invocaciones formales para la unidad del pueblo.
En la percepción de Confucio, las cualidades del individuo ejemplar se podrían encontrar en cualquier persona humana, no sólo, y no necesariamente, dentro de la aristocracia hereditaria. El potencial para este desarrollo no lo consideraba tanto un privilegio inherente a ciertas familias, como una dotación humana a la vez que natural y divina, que se podía sustentar socialmente sobre bases igualitarias. Confucio dijo: "donde hay educación no existen clases".
En consecuencia, Confucio procuró elaborar las herramientas necesarias para este desarrollo, más asequible mediante la transmisión de la historia y de la cultura a un amplio nivel de personas, no sólo a aquellas que tuvieran acceso a las mismas. Al mismo tiempo, obligaba a quienes detentaban posiciones de autoridad a considerar el desarrollo humano consciente como parte de la acción conjunta de la sociedad misma, no sólo en cuanto a educación pública, sino también en cuanto a la acción actual del gobierno, para el mejoramiento general de la mayoría del pueblo y para el cultivo de individuos destacados con cualidades de liderazgo.
Confucio creía que la base moral del orden social debía basarse en la principal virtud de humanitarismo o humanidad. Aunque el término se emplea docenas de veces en las sentencias de Confucio, raramente el maestro ofrece una explicación detallada de esta virtud. Quizá la definición más simple que da Confucio es que la humanidad consiste en amar a la gente, aunque tampoco especifica qué entiende por amor. Su reticencia parecía denotar la profundidad de su idea de humanidad, el respeto con el que abordó la cuestión de qué significaba ser humano y amar a la gente, y también la necesidad que reconoció en cada individuo de contemplar y acercar lo humano a la experiencia personal. Confucio esperaba que la gente actuara según su propio pensamiento y, por tanto, procuró estimularlo: dijo reiteradamente que él no pensaría por ellos. En consecuencia, aunque a menudo es muy general y abstracto, por diversas razones existen numerosas meditaciones en las sentencias de Confucio que pueden "provocar" la reflexión en una amplia gama de contextos.
Por ejemplo, abordando la cuestión sobre qué significa "humano", en el sentido de una cualidad de la humanidad como tal, o sobre qué quiere decir "actuar humanamente", Confucio, en una de sus exposiciones, circunscribe su concepto a términos sociales: ser respetuoso en el hogar, serio en el trabajo y fiel en las relaciones humanas. Cómo se podrían actualizar estas cualidades dependería de la cultura en la cual se practicaran, pero las virtudes, en sí mismas, se podrían considerar como parte de la cultura.
Finalmente, la virtud abstracta de humanidad debe ser universalmente adaptable si se adecua a las múltiples maneras en que la condición humana puede desenvolverse. Satisfacer la humanidad de uno es necesario para entender cómo se expresa útilmente la cualidad humana; por eso Confucio también dice: "¿cómo se puede ser humano sin conocimiento?". En otra parte, Confucio enumera cinco prácticas características de humanidad que operan aún en la esfera social y que el maestro define en términos suficientemente abstractos para universalizarlos: respeto, magnanimidad, sinceridad, agudeza y generosidad.
Confucio enfatizó la necesidad de conocimiento, como evidenció en su permanente compromiso con la educación y el desarrollo mental. Sin embargo, pensaba que el propósito del conocimiento no se alcanzaba sólo mediante el ejercicio intelectual, sino con la aplicación funcional del conocimiento al cultivo de las virtudes de humanidad, justicia y cortesía. Preguntado sobre qué entendía por conocimiento, Confucio contestó que "gente consciente", lo ubicó en el contexto de su campo de interés y buscó comprender el carácter humano y los resultados del comportamiento individual y colectivo en la vida privada y pública. En su más elevado desarrollo, el conocimiento se convertiría en sabiduría, capaz de abarcar detalles gracias a una comprensión unificada.
El rasgo común que une a todos los aspectos del pragmático universo moral de Confucio es la virtud de la sinceridad o la integridad, la fidelidad a unos ideales ejemplificados por la suma de las virtudes cardinales de la humanidad, justicia, cortesía y sabiduría.
Confucio no se consideraba a sí mismo como el autor de sus pensamientos, sino como heredero y transmisor de antiguas enseñanzas desarrolladas en el transcurso de los siglos.

10 comentarios:

  1. Gracias por acercarnos a la enseñanza de Confucio.
    Muy enriqueceder.
    Saludos.

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  2. QUE BELLA ENEÑANSA NOS DEJA TU ENTRADA, QUE TENGAS MUY BUENAS NOCHESSS
    CHRISTIANNNNNNNNN

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  3. Lo interesante de los pensamientos de Confucio es que lo han trascendido, de manera que ahora se le atribuyen muchos pensamientos filosóficos que no tuvo. Felicidades por el blog, tiene magia y encanto.

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  4. ¡Qué entrada tan bonita y certera has publicado! Desgraciadamente, me da la impresión de que en nuestra sociedad cada vez se desvirtúa más la educación y la cultura; supongo que un pueblo sin cultura se percibe como más manejable, pero yo no lo veo así, pues también puede soliviantarse sin medida. Cultura, no mero conocimiento; experiencia basada en lo profundo aportado por tantos y tantos que nos precedieron y a los que se ignora. Excelente post. Un abrazo

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  5. "...en última instancia conducen a la idea de orden social como propia regla autónoma del individuo consciente, otorgando al gobierno una función puramente ceremonial, la de dirigir las invocaciones formales para la unidad del pueblo..."
    Un individuo consciente que basa su ser y su actuar en el amor, es el ser humano por excelencia. Uno no puede menos que emocionarse cuando encuentra tan dedicados y bonitos trabajos llenos de sabiduría y entusiasmo por educar.
    Muy agradecido por tu publicación y por tu enseñanza. Un abrazo Adriana!!!

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  6. Hola...Pasaba a agradecer tu visita. Prometo que con tiempo recorreré tu blog....

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  7. Que entrada mas buena. Gran filosofo chino Confucio.La esencia de sus enseñanzas se basaba en la armonia y el amor a la vida. Un beso grande

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  8. Hay dos frases del Maestro Kong,
    (Kung Fu Tse) que me parecen maravillosas:

    "Escoge un trabajo que te guste, y nunca tendrás que trabajar ni un sólo día de tu vida."

    "Se puede quitar a un general su ejército, pero no a un hombre su voluntad"

    Basaba su filosofía en las virtudes de la humanidad; bondad, respeto, lealtad y la reciprocidad con que cada ser humano respondía a esos preceptos.

    Mientras escribo imagino como sería el mundo si siguieramos esas enseñanzas, mucho mejor sin dudas, no?

    Grxs por darnos a conocer un poco más de este gran pensador.

    Besos
    REM

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  9. Hola Adriana gracias por acompañarme en este doloroso momento..todo mi afecto hacia vos...besos amiga!!

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