A través de los años los teóricos han discutido ampliamente si los procesos psicológicos se establecen a partir de modelos mecanicistas o teleológicos. El mecanicismo es la idea de que las cosas funcionan a través de un proceso de acción-reacción. Una cosa lleva a otra, y esa otra a una siguiente y así sucesivamente, por lo que el pasado determina al presente. El mecanicismo está asociado al determinismo y las ciencias naturales; la teleología está relacionada con el libre albedrío y se considera en la actualidad una postura un tanto rara. Es todavía común en filósofos moralistas, legalistas y religiosos y, por supuesto también, en algunos teóricos de la personalidad.
La sincronicidad supone la ocurrencia de dos eventos que no están asociados ni causalmente ni teleológicamente, más sin embargo tienen una relación significativa. (Una vez, un paciente le describía al Dr. Jung un sueño con un escarabajo y justo en ese momento, por la ventana del despacho pasó volando un escarabajo muy similar al que describía en su sueño). Muchas veces, las personas soñamos con, digamos, la visita de un ser querido y a la mañana siguiente nos encontramos con la visita real de esa persona. Algunas veces, tomamos el teléfono para llamar a un amigo y nos encontramos con él en la línea al levantar el auricular. La mayoría de los psicólogos llamarían a estas situaciones coincidencias o intentan demostrarnos lo frecuentes que son. Jung creía que estas situaciones eran indicativas de cómo nos interconectamos los seres humanos con la naturaleza en general a través del inconsciente colectivo.
Jung nunca se aclaró con respecto a sus creencias religiosas, pero esta idea inusual de sincronicidad la hallamos fácilmente explicada en la perspectiva hindú de la realidad. Desde este punto de vista, nuestros Yo individuales son como islas en el mar. Estamos acostumbrados a ver el mundo y a los demás como entes individuales y separados. Lo que no vemos es que estamos conectados entre nosotros por medio del suelo marino que subyace a las aguas.
El otro mundo es llamado maya, que significa ilusión y se considera un sueño de Dios o como un baile de Dios; esto es, Dios lo ha creado, pero no es real en sí mismo. Nuestros Yo individuales reciben el nombre de jivatman o almas individuales, siendo también algo parecido a una ilusión. Todos nosotros somos extensiones del único y supremo Atman o Dios, el cual se permite olvidarse un poco de su identidad para volverse aparentemente separado e independiente volviéndose cada uno de nosotros. Pero de hecho, nunca estamos separados del todo. Cuando morimos, nos despertamos siendo lo que realmente fuimos desde el principio: Dios.
Cuando soñamos o meditamos, nos metemos dentro de nuestro inconsciente personal, acercándonos cada vez más a nuestra esencia: el inconsciente colectivo. Es precisamente en estos estados cuando somos más permeables a las “comunicaciones” de otros Yo. La sincronicidad hace de la teoría de Jung una de las pocas que no solo es compatible con los "encuentros espirituales", sino que incluso intenta explicarlos.
La sincronicidad supone la ocurrencia de dos eventos que no están asociados ni causalmente ni teleológicamente, más sin embargo tienen una relación significativa. (Una vez, un paciente le describía al Dr. Jung un sueño con un escarabajo y justo en ese momento, por la ventana del despacho pasó volando un escarabajo muy similar al que describía en su sueño). Muchas veces, las personas soñamos con, digamos, la visita de un ser querido y a la mañana siguiente nos encontramos con la visita real de esa persona. Algunas veces, tomamos el teléfono para llamar a un amigo y nos encontramos con él en la línea al levantar el auricular. La mayoría de los psicólogos llamarían a estas situaciones coincidencias o intentan demostrarnos lo frecuentes que son. Jung creía que estas situaciones eran indicativas de cómo nos interconectamos los seres humanos con la naturaleza en general a través del inconsciente colectivo.
Jung nunca se aclaró con respecto a sus creencias religiosas, pero esta idea inusual de sincronicidad la hallamos fácilmente explicada en la perspectiva hindú de la realidad. Desde este punto de vista, nuestros Yo individuales son como islas en el mar. Estamos acostumbrados a ver el mundo y a los demás como entes individuales y separados. Lo que no vemos es que estamos conectados entre nosotros por medio del suelo marino que subyace a las aguas.
El otro mundo es llamado maya, que significa ilusión y se considera un sueño de Dios o como un baile de Dios; esto es, Dios lo ha creado, pero no es real en sí mismo. Nuestros Yo individuales reciben el nombre de jivatman o almas individuales, siendo también algo parecido a una ilusión. Todos nosotros somos extensiones del único y supremo Atman o Dios, el cual se permite olvidarse un poco de su identidad para volverse aparentemente separado e independiente volviéndose cada uno de nosotros. Pero de hecho, nunca estamos separados del todo. Cuando morimos, nos despertamos siendo lo que realmente fuimos desde el principio: Dios.
Cuando soñamos o meditamos, nos metemos dentro de nuestro inconsciente personal, acercándonos cada vez más a nuestra esencia: el inconsciente colectivo. Es precisamente en estos estados cuando somos más permeables a las “comunicaciones” de otros Yo. La sincronicidad hace de la teoría de Jung una de las pocas que no solo es compatible con los "encuentros espirituales", sino que incluso intenta explicarlos.
Cuando nos ocurren éstas "sincronicidades", sería conveniente no dejarlas pasar y preguntarnos...porque me ocurrió en este momento?, Que estoy necesitando saber? Ayuda ésta conexión a aclarar ciertos temas pendientes en mi? Es oportuna ésta sincronicidad en ésta situación en particular?. Muchas veces nos sorprenderemos con las respuestas. El Universo tiene muchas maneras de mostrarnos lo que necesitamos en algún punto del camino.
holaaa gracias por todo tu cariño derramado por mi blog las vibraciones se notan jeje muy interesante las cosillas que estan en tu blog buena info ;) gracias por compartirlo ;) un besoooo
ResponderEliminarGracias Adriana...en cuanto tenga un ratito lo cuelgo...
ResponderEliminarFELICES FIESTAS!!!
Hola, compi. Está lloviendo a mares, así que pasaremos el domingo en casita aprovechando en holgazanear un poco. Ya había leído, aunque desde otro punto de vista, las ideas de la sincronicidad por Carlos Castaneda, le conoces?
ResponderEliminarUn besito pasado por agua.
Belíssimo e instrutivo texto sobre sincronicidade.
ResponderEliminarA Maravilhosa coincidência siginificativa.
Muito bom seu blog, estou lendo seus post.
Sublimes abraços
Pues la verdad que cuando paseo por la playa sentada medito mucho es mi punto de equilibrio pero no sabia sincronizar con mi interior era tambien parte de esto.
ResponderEliminarCuanto se aprende leyendo.
Gracias por tan valiosa informacion
Con cariño
Mari
Es un tema interesante pero complicado y poco usual entre la mayoría de la gente, pues sólo unos pocos escogidos han pasado por experiencias como las que cuentas, y pocas veces en sus vidas... Sí estoy de acuerdo contigo en que todos formamos parte de uno, pero creo que, dado el panorama actual en que se encuentra la espiritualidad humana, difícilmente podrían darse las circunstancias adecuadas para que esa conexión de los yos se produjera, cuando lo que prima y lo que importa es justo la individualidad...
ResponderEliminarFíjate que os conté que en mi infancia me di cuenta que no tenía autoestima, y que me resultaba fundamental amarme a mí misma para poder amar a los demás y cumplir mi misión de hacer felices a mis hermanos... Pues creo que, hoy en día, lo que sobra es justamente EGO, exceso de autoestima, que lleva a las personas a creerse más que las demás, a pensar que todo lo bueno es necesariamente suyo y que tienen derecho sobre los demás a alcanzar las mejores metas y los más sabrosos objetivos...
Sí, yo superé mi problema, con tiempo y con mucho esfuerzo, y realmente es mucho el trabajo que hay que hacer en esta tierra, enferma de EGOS dominantes que la han enfermado y que no tienen sentimientos ni corazón donde albergar amor...
Besos de una Elfa que te estima de todo corazón...
Hola Adriana,,,,gusto en saludarte,,,gracias por tu visita y lindas palabras en mi blog y por compartir tan lindo regalo,,,encantada lo exhibiré en "Mi Casita de los Premios",,,Tienes un Blog Precioso,,,nos seguiremos leyendo!!!!
ResponderEliminarBesitos y feliz domingo!!!!
Realmente precioso tu post, con palabras muy lindas y directo al corazón
ResponderEliminarMe encanta siempre pasear por tu lindo espacio
Un besito rosa
Gostei muito do seu post, muito instrutivo!
ResponderEliminarTenho um selinho/meme para você no meu blog:vitrinedeprata.blogspot.com
Deseo uma semana feliz!
Pero la teoría no tiene que estar ligada a la existencia de Dios. Ni a la espirualidad. Creo más bien que Jung tuvo la intuición de las posibilidades que hay en cada uno de nuestros cerebros, y que están ahí latentes.
ResponderEliminarQue buena entrada amiga, un tema interezante y tan bien tratado, te dejo 2 recordatorios, la reunión de mañana en lo de Adriana y hoy pongo un post con las 2 fiestas de jánuca que hay una en Armagro y otra en Caballito, creo que son para el 17, besos amiga y feliz semana desde israel.
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