He oído contar la historia de un antiguo y majestuoso árbol, cuyas ramas se extendían hacia el cielo. Al llegar la estación de las flores, mariposas de todas las formas, tamaños y colores, bailaban a su alrededor. Las aves de países lejanos se le acercaban y cantaban cuando florecía y daba frutos. Las ramas, como manos extendidas, bendecían a todos los que acudían a sentarse bajo su sombra.Un niñito solía venir a jugar junto a él y el gran árbol se encariñó con el pequeño. El amor entre lo grande y lo pequeño es posible, si el grande no es consciente de su grandeza. El árbol no sabía que era grande, sólo el hombre es consciente de eso. La prioridad de lo grande siempre es el ego, pero para el amor nadie es grande o pequeño. El amor abraza a quien quiera que se le acerque. Así, el árbol comenzó a sentir amor hacia ese pequeño que solía ir a jugar cerca de él. Sus ramas eran altas, pero las inclinaba hacia el niño, de modo que pudiera recoger sus flores y sus frutos. El amor siempre cede; el ego nunca esta dispuesto a inclinarse. Si te acercas al ego, sus ramas se estirarán aún más hacia lo alto; se pondrá rígido para que no puedas alcanzarlo.
Osho
Maravilloso, se me ha iluminado el alma, besotes y un super cálido abrazo!
ResponderEliminar"Mi amigo, el arbol"
ResponderEliminarHabía un libro en la biblioteca de mi infancia con ese título. Le perdí la pista.
Han tenido que pasar años para darme cuenta de los beneficios que proporciona abrazar a un arbol.
Los árboles de nuestros montes, de nuestros bosques, de nuestros parques no son egos sino más bien hermanos mayores, amigos tiernos y protectores.
Y si alguna vez a alguno se le ocurre ponerse rígido y tieso como un ego no va a tardar mucho en llegar el rayo destructor y justiciero que lo deje hueco y al final convertido en alimento de gusanos, termitas y carcomas.
Cada día, en mi parque, aprendo algo nuevo de mi amigo, el arbol.
Y le doy las gracias por estar ahí.
Y a tí también, Adriana.
Un beso.
Julio.
¿Qué es grande? ¿Qué es pequeño? ¿Era grande el árbol? ¿Comparado con qué? El EGO y su prioridad por lo enorme... ¿El AMOR venciendo las distancias que genera el anterior...?
ResponderEliminarPara que el hombre toque el cielo con sus dedos es requisito fundamental la danza continua de los dos.
El amor es tan grande, que cualquiera lo guarda encajonada.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
No hay tamaños. El único que cuenta es el de nuestro corazón. No siempre tenemos que pedir a los árboles y a los demás seres que nos den. Tenemos que dar nosostros también. El árbol se alegra más cuando no sólo pides, sinó que también das.
ResponderEliminarUn abrazo de sol, bella Adriana.
Yo creo que es el amor lo que nos hace grandes de verdad.
ResponderEliminarUn abrazo, Adriana, que tengas un hermoso fin de semana.
El amor puede ser tan grande, y se puede expresar en todas las maneras...
ResponderEliminarBonitas estas palabras de Osho, Adriana.
Te deseo un feliz fin de semana, con muchos de mis abrazos!!!
No hay ningún día en el tiempo, en que el Amor no encuentren un árbol empitucado para bailar, baila de la mano de la alegría, la fidelidad, la comprensión y el respeto; claro que también canta se hace acompañar con la melodía de la brisa que producen las hojas del árbol del amor! Su baile no debe ser interrumpido. Dicen que, alguna vez, el amor, olvida estrofas de sus canciones, y un humano enamorado es capaz de completar la canción, con las palabras justas, y así el árbol del amor tendrá una vida larga y feliz. Gracias Adri hermosa tu publicación!!!
ResponderEliminarEs una bellísima parábola sobre amor!!
ResponderEliminarQué tengas un excelente fin de semana Adriana Alba!!
Cariños!
hola, pase a saludarte y a desearte lindo fin de semana, quiero que sepas que las cosas mejoran, ya tengo trabajo, y bueno departamento aun no pero hay va la cosa, gracias por todo el apoyo que siempre me das, gracias poeçr ser mi amiga y por compartir tu tiempo conmigo, besos y abrazos
ResponderEliminarBellisimo Adriana.
ResponderEliminarUn abrazo amiga.
Hasta pronto.
Hace tiempo que descubrí que lo único que importa en este mundo es el amor. No hay otra cosa más grande que esa. El AMOR con letras mayúsculas.
ResponderEliminarMuy bonita reflexión.
Besos
Ay Alma ¡quien fuera árbol!. Osho, como siempre, da en el centro de la médula: el ego. Por Dios como cuesta doblegarlo y cuanto daño nos hace, el propio y el de los demás. Tu blog es una fuente para saciar la sed de calma y armonía que necesito, en eso ando. Como ves estoy de vuelta. Gracias por haberme acompañado en estos momentos difíciles. Un beso!
ResponderEliminarSiempre digo que cuando creemos que somos superiores a los demás, tal vez estamos en lo cierto, si tenemos muy claro que no pensamos nosotros, sino que es nuestro ego el que lo hace...
ResponderEliminarBonita entrada.
Besos.
Adriana, es verdad que el amor verdadero es como el árbol de esta historia, pero ese amor incondicional es difícil de lograr.
ResponderEliminarTe dejo un abrazo!!!
hola amiga,ya ves que no me he olvidado de mis amigas blogeras,voy retomando el ritmo de a poco desde estas tierras chilenas,por eso pase hoy a visitarte y ayer pude al fin editar mi blog.
ResponderEliminarmuchas gracias amiga por regalarnos estas reflexiones que nos hacen recapacitar y pensar a serca de la vida misma.
un fuerte abrazo amiga,ya te escribire a tu correo.
besitossssssssss
Una historia para reflexionar, Adriana.
ResponderEliminarUn beso de domingo.
Le pido a la vida todos los días que me siga regalando la capacidad de dar y recibir amor, es lo que mueve nuestras vidas.
ResponderEliminarcomo siempre muy acertado, gracias Adriana . Un abrazo.
Adriana, agradezco infinito este artículo, pues me da la oportunidad de sentirme en paz conmigo y en paz con quienes me aman. Hace unos días mis hijas tomaron la decisión de vivir solas y me sentí alegre por ellas , ya que esto es un enorme paso para su crecimiento, pero yo estuve muy triste y lloré como no te imaginas, ya que sentía que algo de mi se desprendía. Ahora entiendo que como un acto de amor hacia ellas, este sentimiento de tristeza tendré que traducirlo en felicidad. Pero aun no sé como hacerlo pues me siento algo sola...dame un consejo. Gracias como siempre por existir.
ResponderEliminarAquí estoy para dejarte mi reconocimiento.
ResponderEliminarPaco
Muy emocionante, el árbol con su amor se inclina y se acerca al niño dándole sus frutos. Esto es lo .
ResponderEliminarque lo hace verdaderamente grande, no su tamaño.
cariños
Són bellas las letras de Osho, querida Adriana, siempre son acertadas. Yo solo espero que no me falte nunca las ganar de amar, si asi fuera me sentiria vacia. Un beso enorme querida amiga y mucho cariño y amor
ResponderEliminarHola, hoy acerco mis brazos(como las ramas del árbol) para dejarte mi abrazo fuertote.
ResponderEliminarMaravilloso post, seamos como el árbol que siente amor y lo da sin pensar en nada más ,libre de prejuicios.
Un besote!!
maravilloso, Adriana; me conmueve este cuento, es tan espiritual, tan revelador; creo que lo voy a leer a diario.
ResponderEliminarun abrazo
Una metáfora espléndida.
ResponderEliminarUn cuento lleno de sentido y razón.
Ojalá seamos consciente de ello..
Un beso.
Precioso texto de Osho!
ResponderEliminarSus escritos siempre me han impactado y me han hecho reflexionar y en buena medida, aunque lento, he puesto en práctica sus enseñanzas.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo grande
Adriana, así te pongo en el trabajo de subirlo (jeje) te dejé un regalo en mi blog!
ResponderEliminarCon todo cariño Adri!
Adriana amiga que lindo post, y es que el amor es asi increiblemente generoso...Cuando el hombre tiene amor ya no está a merced de fuerzas superiores a él; pues él se convierte en una fuerza poderosa.
ResponderEliminarPrecioso Adriana, eres ingeniosa, interesante texto que plasmas con total belleza, un placer leerte.
ResponderEliminarque tengas una feliz semana.
un beso.
Qué fantástica historia y qué buena forma de desenmascarar al ego... Te dejo un beso enorme, Adriana.
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