Mikoh Tutsui, "El Japonés" para nosotros, tenía un vivero en Villa Elisa, donde íbamos con mi padre a comprar -entre otras- las clavelinas más perfumadas y las anémonas más coloridas que se hayan visto en la zona. Teníamos florería y aunque en ese momento y debido a mi edad, no le prestaba la atención suficiente, reconozco que el lenguaje de las flores, dejaron una huella imborrable en mi vida. Nos recibía con una sonrisa amplia y sus ojos azabaches y rasgados se unían a la bienvenida. Nunca supe su edad, era delgado, de baja estatura y su piel se veía lozana. Trabajador incansable y tenaz, cultivaba la tierra con dedicación y alegría y ella le correspondía de la misma forma. Amaba lo que hacía, y se notaba, una vara de alelí se conservaba intacta una semana entera. Refranero por naturaleza, irradiaba calma y protección a quienes se contactaban con él. Un invierno crudo, tras un temporal, seguido de una fuerte granizada, todos sus esfuerzos se convirtieron en cenizas y perdió casi toda su plantación, cuando llegamos al terreno observamos un panorama desolado y sombrío. Con su peculiar comprensión y optimismo nos dijo que "las lanzas del diablo" no lo atemorizaban y que una mala racha, no era sinónimo de pérdida o tristeza, que pronto saldría el sol y su vivero rebosaría de fuerza y color nuevamente. Pasaron muchos años, mi padre y "el japonés", ya no están, en cambio sus hijos y nietos continúan su labor en Villa Elisa ofreciendo las flores más espléndidas del lugar, con el mismo entusiasmo que ese "pequeño gran hombre" les dedicaba. hoy desde éste humilde espacio deseo brindarle un abrazo inmenso y fraternal a todo el Pueblo Japonés, totalmente convencida de que "las lanzas del diablo" pasarán pronto y un jardín radiante mirará al cielo, desde donde Mikoh y mi padre sonreirán complacidos.
*
La foto que precede al texto es de papi con su impecable delantal blanco, en la puerta de la florería.
Si que esas lanzas pasaran pronto, dejarán una huella,pero un pueblo culto , milenario, ha superado todo, todo.
ResponderEliminarMe uno con todo mi carazón a tu homenaje.
¡Gracias "mujer" por existir!
que preciosa entrada amiga a la memoria de aquel japones con sus cultivos y la de tu padre,emosionante relato que me hiso ver casi en imagenes aquellos años de tu niñez de la mano de tu padre en busca desas hermosas clavelinas.
ResponderEliminarla templanza siempre ha exisitido y existira en esta cultura japones y se que pronto gracias a eso y a el trabajo incansable que realizan los japones su pueblo volvera a resurgir porque ya lo han hecho otras veces y siempre han ganado la batalla.
gracias por compartir este precioso recuerdo amiga,te dejo un fuerte abrazo y te deseo una bella semana!!!
Me emocionó mucho tu precioso recuerdo-relato-homenaje... Gracias Adriana Alba por tanta belleza y sensibilidad!
ResponderEliminarUN GRAN ABRAZO!!
Querida, qué hermoso recuerdo, qué lindo el modo en que lotraés y el hom,enaje que hacés con tu relato.
ResponderEliminarCasualmente hoy estuve pensando en otro japonés, que también tenía vivero, en Bahía Blanca...
No alcanzo a entender tantas cosas... pero sí siento que hoy más que nunca siento que todos somos uno y toda mi intención y todo mi amor están puestos en enviar luz y pedir recuperación por tanto desastre, tristeza y destrucción.
Te dejo un abrazo, me sumo a tu homenaje.
una mágnífica historia,
ResponderEliminary qué hermosa lección deberíamos sacar de ella, y del pueblo japonés, por su paciencia, tenacidad y perseverancia.
un abrazo, Adriana.
Adriana,he visto al vendedor de flores sonriendo y aceptando la desgracia...Ahora el pueblo japonés aguanta con temple,respeto y dignidad las sacudidas de la tierra,que a todos nos hacen pensar...Y es que el pueblo japonés es un gran pueblo,que nos sigue dando ejemplo y nos prepara para que esta "vieja Europa"sepa valorar el espíritu y olvidarse del materialismo...La vida son dos días y hemos de cuidar el planeta y repartir las riquedad con justicia...!
ResponderEliminarMi felicitación por tu bellisimo relato,que me ha emocionado,amiga.
Mi abrazo inmenso.
M.Jesús
Una bella entrada llena de ternura, desde Mikoh Tutsui, hasta el hecho de pensar en Japón. Esperemos que pronto el esfuerzo por reconstruir traiga de nuevo el resplandor al pueblo japonés. Preciosa entrada mi querida Adri.
ResponderEliminarMuchos besos.
Adri querida, qué manera más hermosa y emotiva de reconocer en el pueblo japonés un espíritu fuerte y de lucha. sin duda el sol volverá a brillar, ojalá sea muy pronto ya que lo están pasando muy mal. yo me sumo a este homenaje, mi corazón hoy también está en Japón y en toda su gente.
ResponderEliminartu casa está bellísima!!!
un gran abrazo!
Hola Adriana,,,,hermoso relato que publicas!!!!mi solidaridad y oracion con ellos!!!!
ResponderEliminarBesitos y buena semana...
Me encanta.Tus letras me trasmiten una seguridad y confianza en la vida increíbles.
ResponderEliminarQué belleza!!!!
Un beso fuerte
muy emotiva esta entrada, realmente me conmovió.
ResponderEliminarDespués del caos siempre llega la esperanza y todo vuelve a acomodarse.
Que así sea.
besosssssss
Linda princesa, siempre oportuna con tu solidaridad desde la distancia, y yo me pego a tu solidaridad con mi jardín tropical caribeño, que ademas quiero que algún día se vista de gala para recibirte, corales blancos, pinoquios,
ResponderEliminarcortejo, lirios blancos y naranjas, jazmín de oriente, y una cosecha de mango de azúcar para endulzar los corazones de los chicos japoneses y tu exquisito paladar. Siempre te estoy esperando para atenderte como la Reina del Bosque empitukado!
Un Besito Marino
Vaya!! Cómo sentimos vivo todo aquello que evocamos, como si fuera hoy no ayer.
ResponderEliminarExtraordinaria la actitud del japonés, una verdadera lección a aprender, y todo lo que contaste despide ese amor incondicional que solo vivimos con nuestros padres, a edades muy tempranas, ese amor que daríamos todo lo que somos por poder tener al menos una vez más.
Besos, preciosa.
cuando se habla de la naturaleza y de lo que se ama, siempre salen de lo ms pronfundo de nuestro ser, es lo mas maravilloso que puede haber,lastima que muchas veces no lo disfrutamos.
ResponderEliminarmaravilloso
Tras las ruinas siempre nace la flor de la esperanza...
ResponderEliminarAdriana, al leer tu relato me ha conmovido la personalidad de "El japonés". Creo que el pueblo japones es especial. Hemos visto en los reportajes de la televisión referentes a la catástrofe y me ha sorprendido la serenidad, el control, el respeto, el modo tan delicado de demostrar su pena y su dolor. Algo fuera de lo normal. . ¡¡¡VIVA EL PUEBLO JAPONES!!! Un fuerte abrazo querida amiga.
ResponderEliminarTierno recuerdo y merecido homenaje.
ResponderEliminarTodos tenemos a alguien a quien recordar....
En honor a ellos mi respeto y un deseo de recuperación.
Te abrazo Adriana, desdemi.Lili
Desde mi humilde intención me uno a tu propuesta Adri. Afectado, como muchos seres, por el dolor de la tragedia del pueblo japonés, les envío desde este sitio profundos sentimientos de paz y amor, y un deseo ferviente de recuperación pronta.
ResponderEliminarNamaste
Lindo homenaje, al que me uno, con todo el honor que estos bellos recuerdos merecen.
ResponderEliminarToda una lección de talante, la que transmite el pueblo japonés, en las imágenes que nos llegan de la tragedia, y que tú nos has retratado a la perfección con tu relato.
Adriana, Grande.
Un abrazo.
Precioso su texto Adriana,
ResponderEliminarque sirva como homenaje
a ese pueblo que ahora
sufre tanto dolor.
Ojalá que esas "lanzas del diablo"
dejen de causar tremendo daño.
Un abrazo muy grande
¡Seguro que sí, preciosa Adriana!... se han levantado tras las guerras mundiales y las bombas atómicas... el jardín y sus flores siempre están expuestos a las inclemencias, a los reveses e imprevistos, aquello que no está en nuestras manos. Pareciera que siempre hemos de estar preparados para abonar la tierra nuevamente.
ResponderEliminarTodo mi cariño!
tu recuerdo es casi el mío...
ResponderEliminarbello homenaje
namasté,Albita*
Tu recuerdo hecho lírica historia, no solo rebosa de belleza y sentimiento, sino que es una metáfora perfecta y, sobre todo, deseable, para ese pueblo japonés que está luchando con múltiples lanzas del infierno. Este pueblo siempre se ha caracterizado por las entereza y serenidad para afrontar los problemas de la vida y, mis deseos es que pronto, muy pronto, vuelvan a cultivar clavelinas y, sobre todo, esperanza.
ResponderEliminarHermosos tus deseos, Adri, y tu texto me ha parecido especialmente emotivo. Me ha gustado mucho.
Un fuerte abrazo.
Qué historia tan bonita y qué bien la cuentas. Creo que el jardinero es un ejemplo de como es el pueblo japonés.
ResponderEliminarNos ayudan a comprender.
Todo mi amor para ellos.
Un abrazo.
excelente raelato y gran homenaje , todos estamos enviando fuerzas y energías para ellos
ResponderEliminarFelicitaciones!!
un abrazo
Que las lanzas del diablo pasen, que el jardín vuelva a florecer.
ResponderEliminarQue así sea, Adriana. Que así sea.
Un abrazo!!
Siempre un placer pasar por tu casa.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Hola querida Adri
ResponderEliminarTu relato me hizo acordar que cuando yo tenía 15 años vivía en un campo en Laguna de los Padres, cerca de Mar del Plata y en todo alrededor había japoneses que cultivaban flores, era una maravilla ver eso, íbamos a comprar clavelinas que eran gigantes, jamás las volví a ver tan grandes y bellas como esas, igualmente las dalias.
Vaya también todo mi amor para esa gente que sufre.
Un abrazo
Silvia
Hermosos recuerdos nos has compartido mi querida amiga. Que Dios tenga misericordia de nuestros hermanos de Japón, que sane pronto nuestra Madre Tierra. Un abrazo fratern.
ResponderEliminar**************
VALIOSO NO ES LO QUE TENGO,
SINO A QUIEN TENGO, NO TENGO
LO QUE QUIERO, PERO QUIERO A
QUIENES TENGO.
Y ENTRE LOS QUE QUIERO
ESTÁS TU.!
Besos de tu amiga…
(¯`v´¯)
`•.¸.•´
¸.•´¸.•´¨) ¸.•*¨)
(¸.•´ (¸.•´ .•´¸¸.•´¯`•-> SOYPKS__●
__●
☻/
/▌
/ |
Adri:
ResponderEliminarHermosa historia.Me uno también a tu deseo que todo vuelva a la calma para el pueblo japonés.Esta tragedia nos preocupa a todos, es una situación muy dolorosa.
Un abrazo y que tengas un lindo fin de semana, amiga.
Que tu deseo sea cumplido por tanto dolor que esta padeciendo esa gente.Un beso
ResponderEliminarAdriana, casi había olvidado lo grato que es venir a leerte! Estuve fuera un tiempito, ya estoy de vuelta y me emocionó mucho este post, todo un ejemplo de vida la actitud de aquel señor.
ResponderEliminarBesitos!
Querida Adriana,
ResponderEliminarestuve un poco alejada de la web y extrañaba mucho sitios como el tuyo, donde se respira belleza, luz y Paz que no es poco.
Tu relato es hermoso y es cierto, el pueblo japonés es maravilloso, cuánta fortaleza, no hay duda que sus ancestros milenarios los ayudarán para renacer nuevamente como lo han hecho tantas veces.
Besos y lo mejor pra vos siempre.
REM
Hermoso!!!! Y así será.... pronto la luz llegará al Japón y al mundo entero y las lanzas del Diablo perderán todo su poder...
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
Hola Alba
ResponderEliminarQué relato más tierno. Me hubiera encantado conocer a este pequeño gran hombre, lleno de sabiduría y a su modo de vivir la vida.
Besotes.
Me encantó el relato-homenaje al pueblo japonés.
ResponderEliminar"una mala racha, no era sinónimo de pérdida o tristeza, que pronto saldría el sol y su vivero rebosaría de fuerza y color nuevamente"
Te felicito sinceramente. Abrazo. Jabo
Un recuerdo hermoso para gratificar y armonizar el alma a través de todos los átomos existentes.
ResponderEliminarTienes un regalo en nuestro blog... en la parte central donde hay las imágenes, ya verás tu nombre. Esperamos sea de tu agrado.
Un abrazo.
Gracias.
Feliz fin de semana.
Bonita historia, casi casi un cuento de infancia.
ResponderEliminarMe sumo a tu deseo con las mismas fuerzas que vos.
Un beso florido.
El más bello homenaje a un buen hombre que llevó a su pueblo consigo , impreso en su cultura.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
yo dediqué Japón en silencio
Preciosa entrada.
ResponderEliminarMe gustan todas las flores, especialmente las rosas, pero las anémonas me parecen hermosas en su sencillez. Si van unidos a recuerdos familiares, es normal que esas flores tengan otra dimensión.
Besos con anémonas.
¡Qué texto más precioso, Adri! Gracias por compartirlo conmigo. Lo has narrado tan bien que he podido imaginarlo con toda nitidez.
ResponderEliminarLinda infancia rodeada de flores. Estoy segura de que, sin darte cuenta, fuiste tomando la esencia de muchas de ellas, y de alguna manera dejan escapar su delicadeza en tus versos.
Yo no poseo el jardín de mis fotos; tan solo soy la jardinera. Pero en la práctica las siento como hijas mías, porque todos los cuidados y mimos ellas te lo devuelven triplicados, y con tanta alegría... Es muy bello ver desarrollarse la majestuosidad de la vida ante tus ojos, ¿verdad?
Preciosísima la estampa del japonés y de tu padre sonriendo desde la plenitud del cielo.
Besos y abrazos colmados de flores :)