viernes, 18 de diciembre de 2009

EL PERDÓN COMO ANTÍDOTO


La rabia "desarrolla calcio en las arterias coronarias, dispara las arritmias, sube el colesterol malo y baja el bueno; además sube la presión arterial", dice el doctor Iván Mendoza, jefe de Cardiología del Instituto Urológico y profesor jefe de Cardiología Experimental del Instituto de Medicina Tropical de la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien además destaca que el mejor antídoto contra ese amargo sentimiento no está disponible comercialmente, "pero es gratis, no tiene efectos secundarios y no es otro que el perdón".Según el cardiólogo, "el perdón es el sentimiento de paz que nace cuando el dolor, sea cual sea su origen, se deja de tomar personalmente; es la supresión del resentimiento pero no implica aceptar la crueldad , ni tampoco reconciliación con el ofensor". Esta herramienta,es considerada por Mendoza como "el mejor antihipertensivo"."No perdonar es vivir con resentimiento y aferrarse al pasado -explica el galeno-. Si no se perdona aumenta el riesgo de enfermedades del corazón y de cáncer; por si fuera poco, perpetúa el daño sufrido. Además, vivir con rabia ha aumentado en siete veces la mortalidad de personas que han sufrido infartos".El especialista de Instituto Urológico destaca que los beneficios del perdón están comprobados científicamente en diversos estudios a escala mundial, siendo uno de ellos el bautizado "Ritmo circadiano de la muerte súbita en Venezuela" que se hizo merecedor del primer lugar del Premio Nacional de Investigación en el área de Cardiología, de la Sociedad Venezolana de Cardiología: "Se ha demostrado que (el perdón) baja la frecuencia respiratoria, mejora la cardiaca, tumba la presión arterial y aumenta la cantidad de oxígeno que va hacia el cerebro".Mendoza aclara que "la idea no es ir a abrazar a la persona que me ofendió; lo primero que hay que hacer es perdonar de corazón y para ello lo preciso es identificar la base del problema, qué fue lo que ocasionó la rabia, calmarse, tomar tres respiraciones, contar hasta diez, imaginar algo bueno, salir a caminar, reírse de sí mismo, confrontar la situación después de unos momentos, pensar en las consecuencias antes de actuar, asumir las responsabilidades y luego perdonar". Y subraya que hacerlo "nunca excusa el mal comportamiento, pero sí salva al corazón".Según Mendoza, un estudio de EEUU estableció una escala de rabia, que se va incrementando a medida que se prescinde del perdón como tabla de salvación: "La medida va del uno al siete; el número cuatro es cuando a la persona le cambia la voz y está moderadamente disgustada pero no grita; el cinco es cuando está enojada y tensa, aprieta los puños y dedos; el número seis corresponde a la persona que ya está furiosa, golpea una mesa o empuja las puertas; en el número siete ya hay pérdida del control y la persona se puede lastimar a sí mismo y a los demás; tanto en seis como en siete la persona puede morir".Según el cardiólogo Iván Mendoza, 1 de cada 300 personas mueren por cáncer; pero 1 de cada 3 fallece por enfermedad cardiovascular, de las cuales 90% sufrieron enfermedad coronarias, muchas de ellas generadas por estados de tensión que no dieron cabida al perdón.Tan efectivo como el perdón es conectarse con el Ser Interior, para salvar al corazón. Mendoza asegura que no importa cuál sea el credo de la persona, el llevar a cabo esta actividad "es una práctica de salud".Para las mujeres el perdón es vital, no sólo porque tienden a ser el principal objetivo de las injusticias, sino porque también los infartos son la primera causa de muerte para la población femenina; además son las más vulnerables a los casos de muerte súbita, causados por ataques de rabia.El perdón es visto como el antídoto número uno para la vitalidad y el optimismo.El perdón también es reconocido como uno de los sentimientos más sublimes que pueda experimentar una persona, al punto que es común escuchar a personas que disculpan en lugar de perdonar por considerar a éste un privilegio que sólo concede el Ser Superior, de acuerdo con la religión de cada quien.


Dr. Iván Mendoza (UCV)

11 comentarios:

  1. Perdonar y promover acciones nobles, generosas y solidarias inducen estados mentales de bondad la mejor vacuna contra todas las enfermedades. Hay que ser positivos y bondadosos aunque sólo sea por nuestro propia salud mental.

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  2. Algo distante del lugar de los talleres me privan de tan grata experiencia, me encataría saber mas sobre "El ecreto de la abundancia".
    un abrazo agradecido.

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  3. Bueno, yo puedo entender pero nunca perdonar cuando el mal se hace conscientemente. Sólo seré capaz de sentirme en paz con otra persona que me dañó, si desconocía el mal que me estaba causando, a mí o a cualquiera de los míos. Igual pido me disculpen a quienes dañé sin saberlo.
    Besitos mil y buenfinde, compi.

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  4. Querida Adriana. Es genial este artículo sobre los efectos del perdón. Yo incluí un fragmento en mi blog y puse tu link por si alguien desea leerlo completo. Espero no te moleste. Desde ya muchas gracias. Prometo no copiarte más ninguna entrada. Besos, Mariela.

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  5. Excelente artículo, Adriana.
    Yo comprobé que el perdón nos hace mucho bien, que es un regalo que nos hacemos a nosotros mismos, y no a quien perdonamos.
    El rencor es un veneno que se mastica esperando que le haga efecto a otro...
    Un fuerte abrazo, que tengas un pleno y hermoso fin de semana.

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  6. Quien sabe perdonar sabe tambièn perdonar sus proprios errores. Es un acto muy noble que enrequece el alma.
    Muy bonitas palabras, un caro saludo de mi parte :D

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  7. Deseo que la paz secuestre tu vida, el amor inunde tu alma y la felicidad refleje en tu cara, te deseo, de corazón todo lo bueno que te mereces.
    La magia de la Navidad es la magia de las personas como tú, que haces que un año se pase volando...

    Feliz Navidad
    Un besito Rosa

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  8. Esto es cierto! Y esta bueno verlo desde el lado de un profesional en la medicina tambien!

    Muchos Besosss!! (L)

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  9. El perdon es algo que todos deberiamos tener en cuenta...aunque algunas veces nos cueste,debemos pensar que todos cometemos errores....
    Bueno querida Adriana...aqui me tienes...es tarde pero es que siempre entro sobre estas horas,por eso a veces no tengo tiempo de escribirte,pero sabes que te aprecio mucho amiga .Un besito Tara.
    FELIZ NAVIDAD

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  10. Esto es muy cierto, cada vez estoy más convencida que es la misericordia y el perdón lo que más falta hace.
    Tienes un blog precioso por todo lo bueno que transmite.

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  11. muy buen postt me ha gustado mucho feliz añoo ;)

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