lunes, 22 de septiembre de 2014

Vivac

"Todos necesitamos algo que aporte un poco de magia para enfrentarnos a la arbitrariedad del mundo, algo que nos ayude a tapar los oídos, como Ulises. Sólo que a veces, no es para no oír las sirenas, sino para no oír que no hay sirenas"

(Fragmento del libro -Como el amor no transformó al mundo-)
Ignacio del Valle




 Suelen contar en mi pueblo
que al llegar la primavera
-y por órden de Neptuno-
dejan por algunas horas
sus cómodas camas de agua
las voluptuosas sirenas
en un vivac de estación
ellas renuevan escamas
traen bolsas de dormir
y acampan sobre la playa
durante toda la noche
ríen, beben y cantan
recuerdan viejas historias
de sus vidas en La Atlántida
las más románticas lloran
lagrimitas de añoranza
y al caer sobre la arena
brillan como perlas mágicas
terminada la reunión
antes que despunte el alba
peinan sus cabelleras
con peines de puro nácar
se maquillan las pestañas
con rimel blue waterproof
cepillan sus blancos dientes
con pasta dental de algas
recogen sus pertenencias
y vuelven a sus moradas
en mi pueblo todos saben
que no es una leyenda urbana.

A. Alba


Víctor Nizovtsev

sábado, 13 de septiembre de 2014

Anidar



  La naturaleza está llena de relaciones binarias. La lluvia y el sol. El calor y la helada. La vida y la muerte. Es un territorio poblado de “dípticos”, de relaciones simbólicas y plásticas entre elementos que a veces son complementarios, que a veces son opuestos. Incluso cuando se trata de un solo elemento.
En el monte, un nido puede ser presencia y también puede ser ausencia. Puede ser el templo de paja y ramas en el que nace la vida. O puede ser el esqueleto de una naturaleza en retirada, el melancólico, y a veces macabro, testimonio de una vida que ya no existe. Que se ha ido para siempre.


 En el monte chaqueño, su obra se encausó dentro de la técnica del grabado, aunque su curiosidad también la llevó a experimentar otros senderos, siempre en función de su particular observación de la naturaleza. La docencia y la organización de encuentros regionales y nacionales la mantuvieron activa entre su obra y la gestión. Viajó a distintas ciudades europeas con el fin de ampliar su formación técnica y teórica. Al mismo tiempo que construía una familia.
Allí, entre palmares y esteros, a poquitos kilómetros de río Paraná cerquita del monte, en caminatas en busca de piedras, bichos, nidos en su propio terreno, monte adentro, bordeando y algunas vez también inmersa en el famoso Impenetrable, donde la acción del hombre abría cada día más claros y dejaba un rastro de nidos vacíos, metáforas plásticas y poéticas de ese desgarrador proceso llamado “desmonte”.


Su enorme experiencia en los métodos del grabado la llevaron, con el tiempo,  a dejarlo de lado para focalizarse en un minucioso dibujo. Que surge, como le sucedía con el grabado y al igual que tantísimos artistas a lo largo de la historia del arte, de la observación e interpretación de la naturaleza. Desde lo cotidiano. En sus detallistas dibujos, Beatriz engaña al espectador con trazos muy reales pero en realidad ella está haciendo sus propias versiones de nidos, en diferentes escalas, con caprichosos y muy puntuales acercamientos en donde se detiene en una ramita, una hoja o un hilito perdido en el aire.
Sueltos, como flotando en esos impolutos fondos blancos, elaborados con el metódico artesanato de un pájaro, los nidos de Beatriz esconden infinitas posibilidades de entender y descifrar sus formas. Esas que parecían encerrar el significado de la naturaleza y sus misterios para aquella niña que saltaba de árbol en árbol durante los veranos entrerrianos.
La memoria de los nidos (Mercedes Urquiza)



Existe una región de verde transparencia
donde reposan todas las palabras...
donde se aquietan los sentidos
incubación de llamas embrionarias
a modo de caricias
-instinto de hojas maternales-
protegerán los incipientes nidos
la brisa les cantará nanas del bosque
la savia y el néctar serán pródigo alimento
y cuando estén listas para emprender el vuelo
se unirán a miles de bandadas luminosas
para continuar pro-creando en otros cielos.
*


A. Alba (2011)


lunes, 1 de septiembre de 2014

Inconsciente Colectivo

"Cuando alguien busca, suele ocurrir que sus ojos sólo ven aquello que anda buscando, y ya no logra encontrar nada ni se vuelve receptivo a nada porque sólo piensa en lo que busca, porque tiene un objetivo y se halla poseído por él. Buscar significa tener un objetivo, pero encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivos..." 

Fragmento de Siddharta - Hermann Hesse





Seguramente
por aquí pasó Neruda
con su Oda saboreada
Adán y Eva matándose de risa
el strudel  perfumado de mi abuela 
por aquí los bolsillos de los niños
camino de la escuela
Seguramente
aquí tejió el Sur la Red Delicious
aquí el lagar de los ancestros
el premio merecido de Platero
por aquí la pasión escarlata
bañada en caramelo
Seguramente
por aquí Blancanieves casi muere
por aquí Isaak Newton meditando en el jardín
por aquí Guillermo Tell
con dos flechas en su aljaba
por aquí las manzanas
siempre tienen algo que decir 

A. Alba






Imágen Ron Monsma

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos"

Julio Cortázar
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