No recordaba exactamente que día fué, pero sí como fué ese día. Jamás podría olvidarlo, todavía guardaba en su alma y en una caja floreada, un sobre que decía "Para Laura". Cuántas veces leyó esa carta? - muchas, muchísimas, se la sabía de memoria.Y aquí estaba: otra vez sentada en el jardín con una taza de té sobre la mesa y la caja sobre su regazo. Nunca la abría de golpe, - primero la acariciaba, recorría con la punta de sus dedos las margaritas...por cierto, el papel se veía bastante desgastado, la deberìa volver a forrar y renovar el diseño,tal vez podrìan ser arabescos, o lunares; no, mejor corazones...
Sí , decidiò que serìan corazones!
Siempre levantaba la tapa despacito para espiar en su interior.
Todo en orden.
Le daba cuerda a la cajita musical y quedaba extasiada mirando como giraba la diminuta bailarina de marfil... el perfumero que habìa heredado de su abuela, la estampita de San Antonio, que le obsequiò su prima Angèlica ( que en paz descanse), el ramito de lavanda...
Se asustò al no encontrar la pluma blanca, hasta que por fín la descubrió debajo de la foto amarilla que besò por millonésima vez.
Las plumas son muy delicadas ...
Tendría que confeccionarle una bolsita. Pensó que cuando fuera a la mercerìa de Doña Modesta , comprarìa un retacito de satèn, estaba indecisa con el color, el rojo siempre le agradò, -optò por el rojo, que combinarìa con los corazones del papel. El camafeo estaba en el mismo lugar, que hermoso era!,si lo usò dos o tres veces fué mucho, lo guardaba para ocasiones especiales, junto con el perfumero.Pero ya no se presentaban en su vida demasiadas "ocasiones especiales". Tal vez debería regalárselo a Sofía, ella sí lo iba a lucir, -últimamente estaba saliendo bastante,con el pretexto de las reuniones en la "Jabonería de Vieytes" como solía llamarlas, de siete días, salía cinco.
-Y lo bien que hacìa, que aprovechara su juventud, ¡divino tesoro!-
El tema es que si papá se enteraba de sus ideologìas polìticas se moría!
Dios nos libre! -se santiguò-
No querìa ni pensarlo.
También encontró el recorte del diario del dìa en que premiaron a Ernesto, -no salió favorecido en la fotografìa-, pero eso era lo menos importante, -estaba tan orgullososa de él - No cualquiera recibe un premio al mejor actor de reparto, y no es porque fuera su hermano, pero era tan buen mozo!. La pelìcula estuvo tres semanas en cartelera.
El té se habìa enfriado, de todos modos lo bebiò , apoyó la taza sobre el plato y sus ojos se posaron ansiosamente en el sobre...
Ahí estaba...
Lo tomó entre sus manos, deslizò lentamente el papel carta...
Todavìa conservaba aquella fragancia...
Cuando estaba a punto de comenzar a leer, escuchò los gritos
que hora serìa? mirò su pequeño relojito...habìa perdido entre otras cosas, la nociòn del tiempo.
Laura, Laura, pero donde te metiste! Otra vez en el jardín, con esa dichosa caja! me imagino que te habràs acordado que esta noche cenamos todos juntos!
Con pena y desgano volvió a introducir cuidadosamente el papel dentro del sobre... encajonò como tantas veces sus amados recuerdos, observò con ternura las margaritas...
Se levantó con pereza del sillòn de mimbre y con voz resignada contestó...
Ya voy papá... ya voy !!!!
A. Alba
La pintura es de Richard E. Miller