Escribe tu propia Declaración de Independencia en la que anuncies claramente ante ti mismo y para ti mismo que quieres funcionar en todas las relaciones humanas eliminando por completo las manipulaciones externas.
Habla con todas las personas de quienes te sientes dependiente psicológicamente; explica lo que sientes cuando haces cosas por obligación. Ésta es una estupenda estrategia para comenzar este proceso, pues la otra persona puede que ni siquiera se dé cuenta ni que sienta que eres dependiente.
Pónte metas de cinco minutos de duración para tratar con la gente dominante de tu vida. Prueba una frase corta: "No, yo no quiero hacerlo" y obserba cómo reacciona la otra persona.
Cuándo te sientas empujado a hacer cosas, manipulado psicológicamente, díselo a la otra persona y actúa de la manera en que te gustaría comportarte.
Recuérdate a ti mismo que los padres, cónyuges, amigos, hijos, familiares, jefes y otros, a menudo desaprobarán tu comportamiento y que eso nada tiene que ver con lo que eres o quien eres. Es sabido que en cualquier tipo de relación habrá siempre desacuerdos. Si los esperas, no te desesperarás cuando sucedan. De esta manera podrás romper con muchas de las relaciones de dependencia que te esclavizan emocionalmente.
Incluso aunque trates deliberadamente de evitar a la gente dominante (padre,madre, cónyuge,jefe,niño), seguirás estando controlado por ellos durante su ausencia si te sientes inmovilizado emocionalmente por su culpa.
Si te sientes obligado a visitar ciertas personas, pregúntate si quisieras que otras te visiten simplemente porque se sientan obligadas a ello. Si nos así, otorga una trato correspondiente a quienes estás tratando de ésta manera y háblalo con ellos. Esto es, revierte la lógica del comportamiento y verifica la falta de dignidad que existe en una relación obligada de este tipo.
Toma la decisión de salirte de tu rol de dependencia haciendo un trabajo voluntario, leyendo,aceptando un empleo aunque no sea bien remunerado por el momento...
Insiste en tu independencia económica sin ataduras y sin tener que darle cuenta a nadie, DECRÉTALO, el Universo siempre escucha.
Reconoce tu deseo de intimidad, de no tener que compartir todo lo que sientes y experimentas con alguien. Tú eres único y privado.
Deja que la habitación del niño (si los tienes) sea realmente la suya. Dale un espacio que él pueda controlar y siempre que no sea perjudicial, deja que él decida como lo va a organizar. Una cama hecha no es más sólida psicológicamente que una sin hacer, aunque te hayan enseñado lo contrario.
Si tu tienes ganas de ir al cine y tu compañero quiere jugar al tenis, háganlo de esa manera. Permítanse más separaciones.
Haz cortos viajes solo o con amigos sin tener que sentirte atado a tu cónyuge o compañero. Se sentirán más unidos cuando vuelvas y apreciarán el hecho de funcionar independientemente.
Recuerda que no tienes la responsabilidad de hacer feliz a los demás.Los demás se hacen felices a sí mismos. Es posible que realmente disfrutes la compañía de otra persona, pero si sientes que tu misión es hacerla feliz, entonces dependerás de ella. Tu eres el responsable de tus propias emociones, y la demás gente de las propias. Nadie puede controlar tus sentimientos, salvo tú mismo.
LA CLAVE DE UNA VIDA EFICIENTE RESIDE EN LA INDEPENDENCIA. QUIENES MÁS TE RESPETARÁN POR SER INDEPENDIENTE SERÁN LOS MISMOS QUE CON MÁS FUERZA TRATARON DE MANTENERTE SUBORDINADO.