Anaïs Nin
Aquellos tiempos tumultuosos
deseando reconciliarse con lo inevitable.
Coleccionábamos estampitas de Santos
y cruzábamos los dedos cuando repartían los naipes.
Todo era un juego audaz.
Hoy viéndolo desde otra perspectiva
fuimos apenas aventureros pájaros
surcando un fantástico cielo.
-Grillos borrachos de nardos
entonando coplas a la luna de marzo-
donde el pulso de la vida latía sin urgencias.
Al explorar el pasado inevitablemente
lo entendemos de una manera nueva,
ni mejor ni peor,
solo diferente.
deseando reconciliarse con lo inevitable.
Coleccionábamos estampitas de Santos
y cruzábamos los dedos cuando repartían los naipes.
Todo era un juego audaz.
Hoy viéndolo desde otra perspectiva
fuimos apenas aventureros pájaros
surcando un fantástico cielo.
-Grillos borrachos de nardos
entonando coplas a la luna de marzo-
donde el pulso de la vida latía sin urgencias.
Al explorar el pasado inevitablemente
lo entendemos de una manera nueva,
ni mejor ni peor,
solo diferente.
A. Alba
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Imágen tomada de la Web