Lo que la gente dice, lo que la gente hace, y lo que la gente dice que hace, son cosas completamente diferentes.
Margaret Mead.
Dichosos
los que
pueden ver
un amplio prado
a través
de sus ventanas,
los que tienen
libros y gorriones
al alcance
de sus manos.
Dichosos
aún más
los que sin tener
absolutamente nada,
siendo fieles
a sus dioses,
en perpetua
incertidumbre,
apuestan sus
últimas monedas
a la loca ruleta
del mañana.
A. Alba