Todavía quedan luces encendidas
en la casa de la luna.
Todavía la fragancia de los tilos
nos embriaga.
Brotan soles como espigas
amasando el pan de la esperanza.
Y si algún temor inoportuno,
como un ladrón de sueños
quisiera entrar por la ventana
dile NO
con toda la fuerza de tu alma.
Relájate y descansa en el ahora,
no te aferres al pasado
ni al mañana.
*
A. Alba