Amo éste tiempo
donde lo sagrado
se inserta como una flecha
directo al corazón...
un fuego que no se apaga nunca.
Amo éste tiempo
donde el silencio
es la música más pura
y la lluvia el sonido más cordial.
Donde algunas veces
-como decía Gorostiza-
me dan ganas de llorar
pero las suple el mar.
*
A. Alba