Nuestra cultura moderna de la velocidad, el estrés y la superficialidad es tan pobre, entre otras razones, porque desdeña la memoria. La industria del ordenador se ha apropiado del concepto. Es falso que el ordenador posea memoria: tiene dispositivos de almacenamiento y recuperación. La memoria humana, en cambio, es sutil, sagrada y personal. Posee su propia selectividad y profundidad. Es un templo interior de sentimientos y sensibilidad. Dentro de ese templo se agrupan diversas vivencias de acuerdo con sus sensaciones y forma particulares. Nuestro tiempo padece una amnesia profunda. Dijo el filósofo norteamericano Jorge Santayana: los que olvidan el pasado están condenados a repetirlo...
una ventana abierta al horizonte
no hay murallas ni fronteras
que se interpongan en éste vuelo
se extiende una tibia nostalgia
sobre las ramas grises de la higuera
aquel árbol que tanto amaste
y que hoy todavía entrega dadivoso
sus dulces brevas
como una ofrenda de gratitud
por tanto amor derramado
en sus raíces
y en las nuestras
*
A. Alba
Hola Adri ! Hoy para mí esta entrada es MAGISTRAL. He aprendido .Esa explicación acerca de la memoria del árbol me fascinó ¡qué maravilla !La diferencia entre la memoria del ordenador ( un concepto equivocado) y la memoria humana también me ha dejado boquiabierta,. "La memoria humana, , en cambio es sutil, sagrada y personal"qué delicadeza para explicar !
ResponderEliminarLa ventana abierta al horizonte abraza a tu poema y le da vida.
Bellísimo Adri. Un post de alto nivel literario.
Te dejo mi admiración y besos de luz.
Que interesante esta visión y comparación de la memoria tan bien graficada en los anillos de un árbol.
ResponderEliminarY tu poesía bella y sutil, como la mariposa posada en la taza y esa brisa que se vuelve real y parece escaparse de la pintura.
Pero pasando a otro tema...¡quiero una pista para tu adivinanza! jajaj
Un beso grande.
La memoria y esos lindos recierdos eternos, saludos.
ResponderEliminarExcelente Adriana!!!
ResponderEliminarMi gratitud para ti es perpetua.
Besos.
Me atrapó tu poema, el gozo del momento presente que conlleva, esa capacidad de detenerse en la belleza que ofrecen los minutos que se viven.
ResponderEliminarDegustemos los frutos de hoy, saboreémoslos, que solo tenemos el tiempo que nombramos.
Un abrazo chillao, querida poeta.
Gracias por tus constantes obsequios.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por estos minutos de agradable lectura. Besicos.
ResponderEliminarAsi es mi querida amiga...La naturaleza conserva la memoria ancestral, agradece cada día la vida, se renueva, aprende, escucha y nos invita a hacer lo mismo...No debemos olvidar nuestras raíces, nuestra cultura y nuestra memoria...Hay que seguir dando frutos,como la higuera de tu poema...Hay que seguir dando lo mejor siempre, sin olvidar los príncipios y valores del espíritu, que aprendimos en nuestra cultura clásica y milenaria...Siempre llevo a Grecia en el corazón por todo lo que significa y pronto iré a visitarla...Mi gratitud y mi abrazo inmenso por tu profundidad, tu buen hacer y tu amistad.
ResponderEliminarM.Jesús
Profundizando en la propia memoria se encuentran vestigios de eternidad.
ResponderEliminarBesos con toda mi amistad
André de Ártabro
Gracias, amiga, por esta inestimable entrada. Hermoso texto y preciosos tus versos también.
ResponderEliminarUn abrazo grande. María
Por olvidar tropezamos con la misma piedra, amiga mía.
ResponderEliminarAh, las brevas... si me dejan debajo de una higuera o debajo de un cerezo soy capaz de dejar el árbol vacío.
No hay mayor placer
que una higuera al amanecer... jajaja!
Un beso y tu cafelito.
Como siempre Adriana, una entrada ilustrativa y al mismo tiempo artística. Tus versos excelentes.
ResponderEliminarUn gran abrazo.
Soy una artesana de la memoria de los otros.
ResponderEliminarLa mía, como bien dice John O' Donohue es selectiva, inaudita y rara (o peculiar que queda mejor). El otro día recordé que, entre tanta literatura como he leído, es difícil que recuerde algo de forma tan palpable como el relato de Cortázar de "La autopista". No tengo ni idea de los motivos.
Tu poema es tan exquisito que me ha recordado el sabor de las brevas dulces y una frase de alguien muy amado: El jilguero acomoda la noche sobre la más oculta horquilla de la copa del árbol. La savia se retira a la seguridad de la raíz.
También es muy hermosa la pintura.
Un abrazo!!
Muy interesante todo lo que nos cuentas acerca de la memoria.
ResponderEliminarEl poema precioso, me encantó tu entrada Adriana.
Besos.
hola dri,precioso texto amiga y ojala siempre conservemos la memoria porque a traves de ella como bien dice el autor de este texto si no recoerdamos el pasado volveremos a cometer los mismos errores en el presente.
ResponderEliminarel poema una belleza amiga tambien,te dejo besitos de colores y te deseo un feliz fin de semana!!!!!!!
Querida Adriana: Tu espacio es una fuente que emana sabiduría y nos hace reflexionar. Me encanta tu poema, y me quedo con la frase " la memoria es un templo interior de sentimientos y sensibilidad" La imagen especial para este tema. Besos!!!
ResponderEliminarMe quedo con una reflexión de la cita de John O' Donohue:
ResponderEliminar"La memoria es el lugar de reunión del pasado".
Otra de Jorge Santayana:
"Los que olvidan el pasado están condenados a repetirlo"
Y otra de tu bello poema, repleta de optimismo:
"Una ventana abierta al horizonte".
Gracias, Adriana.
Un beso.
"
Boa tarde,
ResponderEliminarA memoria armazena é o passado e o presente, interessante sabermos sobre a própria memoria que não foi explorada totalmente.
Abraço
ag
Es curioso que esto mismo lo andaba yo pensando el otro día, eso demuestra hasta que punto somos simples los seres humanos, acabamos confluyendo en los mismos pensamientos. Coincido en que la memoria sólo es Memoria si es procesada por la mente, ya que lo demás son erosiones de la naturaleza humana en el medio que le rodea para ayudar a la "Memoria", por desgracia recordar no implica no repetir, ya que hace falta un plus de sabiduría que no esta implícito en el recordar
ResponderEliminarmuy buen texto
saludos
La higuera,ese árbol bíblico, legendario y misterios, con sus ricos y dulces frutos. Me ha gustado mucho esta entrada.
ResponderEliminarAbrazos
Qué cuadro tan hermoso, Adriana, para enmarcar tu bello poema, que ha traido a mi memoría el olor de la higuera, su robusta apariencia y a la vez la fragilidad de sus ramas.
ResponderEliminarQué ricas las brevas!
Nuestra memoría, al contrario que la de secuoya del museo no fija todos los recuerdos con anillos inmutables en el tiempo, sino que, selectiva al fin, los va clasificando, endulzando, cubriendo de diferentes pátinas...
No querría perder ni un solo cajoncito de mi memoria, Adriana, aunque algunos me hagan llorar, forman parte de mí y sin ellos no sería yo.
Que pases un fin de semana estupendo. Un beso,
Hola Adriana, como me ha encantado “la memoria humana es un templo interior de sentimientos y sensibilidad.” Fantástico tu verso.
ResponderEliminarTe dejo un saludo cordial, un beso querida Adriana, te deseo feliz noche.
"La memoria es una de las realidades más bellas del alma. " que lo diga M. Proust "En busca del tiempo perdido"
ResponderEliminarCuando escribes muchas veces tengo esa sensación de una ventana abierta por donde entra la brisa suave y cálida del viento, y de allí solo queda el encumbramiento!!!
Besos Poeta!!!
Interesante entrada, esos recuerdos que nos acompañaran a lo largo del camino.
ResponderEliminarAdriana, un cariñoso abrazo.
Aromas
ResponderEliminar"Cada letra tiene un aroma,
cada verbo, una fragancia.
Cada palabra trae al recuerdo
un lugar y sus olores.
Y el texto que tejemos poco a poco,
al azar duplicado del alfabeto y la memoria,
se convierte en el maravilloso y perfumado río,
mil veces ramificado,
de nuestra vida soñada,
de nuestra vida vivida,
de nuestra vida por vivir,
que nos lleva y al mismo tiempo nos revela."
Philippe Claudel
Tienes un lindo sitio, Adriana. Me gustó mucho el texto de tu descripción.
ResponderEliminarSaludos ^^
Un magnífico texto y un bellísimo poema.
ResponderEliminarEsa ventana abierta al horizonte Adriana,
es un futuro lleno de esperanza.
Un grandísimo abrazo
Bueno me he perdido ese hermoso sole mío, e inesperadamente también tu río y muchos ríos, pero no podría haberme perdido esas ricas y sabrosas “brevas” en tus letras esas brevas alimentan el alma, la mente y el corazón, muy interesante, ameno e instructivo, tus aportes nos enriquece cada vez que te leemos, gracias mi querida Adriana.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ambar
Gracias por el perfume de esas flores.
ResponderEliminarUn beso.
Entre las cosas más bellas que nos ha dado el Creador está la memoria, ese lugar que atesora nuestros recuerdos nada seríamos sin ellos, es el alma tangible.
ResponderEliminarQue hermosa entrada Adriana , el texto de O' Donohue es magnífico y tu poema tan lleno de ternura me llegó profundamente será que tbn hay una higuera entre mis recuerdos.
Un beso grandote , que tengas muy buena semana querida amiga y te dejo dos regalitos hoy.
REM
http://youtu.be/zUnOWCURe2M
"Nada es como es, sino como se recuerda."
Ramón del Valle-Inclán
ResponderEliminarEmpezando por el cuadro... muy hermoso.
¿Imaginas un corte transversal de nuestro cerebro? ¿Imagina que pudiéramos situara nuestros recuerdos en el orden debido?
Mientras, vivimos con estados parciales de memoria acumulada en distintos rincones. Seleccionar los buenos momento nos ayuda a afrontar el futuro. Y de los malos... aprendemos.
· un beso
· CR · & · LMA ·
Sin memoria no sólo repetiríamos nuestros errores, sino que dejaríamos de ser quienes somos y cómo somos, para bien o para mal, las experiencias y los recuerdos de esas experiencias van comformando nuestro carácter y condicionando nuestros actos futuros, no cabe duda.
ResponderEliminarPreciosa entrada de principio a fin.
Me encantan las brevas y los higos, casi tanto como tus versos.
Besos
Hola, Adriana. Después de una semana de bronquitis, ya estoy de nuevo visitándote. No he tenido cuerpo para entrar he tenido fiebre y dolores musculares. Como siempre me ha gustado mucho tu pot. Sin memoria no somos nada ni nadie. Para tenerla vigente debemos de ejercitarla, llevas todo la razón. Un besazo.
ResponderEliminarNuestro tiempo cree saberlo todo y en realidad solo somos un pequeño paréntesis en medio de la eternidad...
ResponderEliminarpaz arbórea
Isaac
Boa tarde,
ResponderEliminarPodem chamar memoria a muitas coisas, na realidade, só uma memoria existe, é nossa que nos faz-nos pensar e recordar.
Cumprimentos
ag
Todas las cosas pierden densidad en este medio virtual en que todo es posible y nada es consistente. Un árbol o una piedra tienen una memoria más real que la fugaz y convulsa mirada superficial y apresurada que dirigimos a esta ventanita que todo ve y sabe durante el tiempo que dura su luz fugaz y apresurada. y, sin embargo es un medio de comunicación tan rápido y tan cómodo...Besos amiga.
ResponderEliminarY un regalito a propósito de la higuera:
ResponderEliminar...“Higuera: cuánto tiempo hace ya que significa algo
para mí
que tú, casi del todo, saltes por encima de la floración
y empujes al interior de tu resuelto fruto, decidido
antes de tiempo,
sin gloria, tu puro secreto...(Rilke)
Que belleza Mateo, gracias, sabés que amo aRilke.
EliminarBesos.
Bonito sobre todo porque coincido contigo en que la memoria es como ventanas que se abren y nos airean, nos ventila permitiendo que los recuerdos, los conocimientos que conservamos se activen y nos permitan disfrutar del momento, resolver dudas y sentir más alegría.
ResponderEliminarun abrazo
Precioso y entreñable este poema. He visto esa higuera regalando sus higos...¿hay algo más bello?
ResponderEliminarLa pintura es perfecta para tu poema.
Un besote alegre :)
Mi difícil vida con la memoria
ResponderEliminarSoy mal público para mi memoria.
Quiere que continuamente escuche su voz,
y yo no dejo de moverme, carraspeo,
escucho y no escucho,
salgo, regreso y vuelvo a salir.
Quiere ocupar mi atención y mi tiempo por completo.
Cuando duermo le resulta fácil.
De día, depende, y eso le molesta un poco.
Me desliza insistente antiguas cartas, fotografías,
trata hechos importantes y sin importancia,
pone la mirada en paisajes inadvertidos,
los puebla con mis muertos.
En sus historias siempre soy más joven.
Es agradable, sólo que para qué seguir insistiendo en eso.
Los espejos me dicen otra cosa.
Se enfurece cuando me encojo de hombros.
Y, vengativa, me echa en cara todos mis errores,
graves, luego fácilmente olvidados.
Me mira a los ojos, espera a ver qué digo.
Al final me consuela con que pudo haber sido peor.
Quiere que viva ya sólo con ella y para ella.
De preferencia en una habitación oscura y cerrada,
y en mis planes hay siempre un sol presente,
nubes actuales, caminos en curso.
A veces estoy harta de su compañía.
Le propongo separarnos. Desde hoy y para siempre.
Entonces sonríe compasiva,
pues sabe que para mí también sería una condena.
Wizlawa Szymborska