El cielo es un manto gris plomo.
Las calles están desiertas, sólo
algunos pájaros atrevidos se animaron
a salir de sus nidos.
Todos están esperando que caiga aguanieve
ni lluvia ni nieve, pero algo, es algo...
La cafetería "Nirvana" está repleta de gente
y a juzgar por la música, el nombre de fantasía
está muy lejos de acercarse a ése estado.
Sin embargo preparan unos capuccinos deliciosos
y los alfajorcitos de chocolate con almendras
te hacen caer en éxtasis
como la parejita de la mesa junto a la ventana...
Ella cruza y descruza las piernas con inquietud
y tiene una sonrisa cómplice en el rostro,
él mira con deleite su escote y también sonríe.
La calefacción del ambiente acelera
la combustión de los corazones,
la combustión de los corazones,
las cucharitas se marean dentro de las tazas,
el azúcar endulza cientos de historias.
Trabajar en una cafetería tiene sus recompensas,
contar historias, comer chocolate y caer en éxtasis.
Ahora entiendo el motivo de su nombre.
*
Ahora entiendo el motivo de su nombre.
*
A. Alba
Mañana mismo voy a buscar un trabajo nuevo.
ResponderEliminarEn una cafetería, claro.
Me has convencido.
Besos.
Qué bien lo cuentas!
ResponderEliminarEs tan real, tan gráfico, tan auténtico... que voy con Toro a buscar trabajo en alguna cafetería con nombre sugerente!
Cariños varios, amiga.
Hola Adri !! Acá también estamos congelados. Acabo de escuchar por T.N. que toda la semana va a estar así.
ResponderEliminarhas dibujado de maravillas un día frío en B. Aires pero te aseguro que acá estamos CONGELADOS.
Abrigos más abrigos y el caloventor a cuestas. Así estamos.
besos grandes y a soportarlo. no vino para quedarse. ya se irá.
¡¡APAPACHOS !!! y nos entibiará ...
Con lo que nos cuentas de este lugar y esta pareja... no podía llamarse de distinta manera.
ResponderEliminarQuiero disfrutar de un cafecito ahí.
Abrazos y una linda semana.
Me diste ganas de tomar ese capuchino con los alfajorcitos...Muy bueno tu relato Adri!!
ResponderEliminarBesitos congelados.
Sabroso el capucino y el relato muy convincente.
ResponderEliminarBesos Adri.
Me ha encantado, Adri. Mientras lees puedes ir viendo en la mente y sintiendo con el corazón.¡Qué imagen más evocadora! Me ha gustado mucho, de verdad. Un abrazo
ResponderEliminarQué poema tan bello... y te diré algo, solo una mirada como la tuya es capaz de descubrir tanto en una escena cotidiana a la que nadie, o casi nadie, presta atención.
ResponderEliminarBenditos los poetas... por ellos (ellas) vemos el mundo mejor.
Y un beso que espero llegue raudo y veloz......
Precioso, Adriana, tus palabras se deslizan como sutiles pincelada que nos van dejando una hermosa pintura, todo un cuadro de costumbres en los que no sólo quedan plasmados los cuerpos, sino también las almas, los anhelos y el ánimo de los presentes.
ResponderEliminarFelicidades por tan hermosos versos.
Besos
Adriana, el acogedor ambiente de la cafetería que nos abre sus puertas en tu delicioso poema lo percibimos con calidez y nostalgia. Hace tres inviernos recorrí por agosto la querida y hermosa Argentina. Recuerdo muy bien una ola de aire polar pululando por las calles de Buenos Aires. Anduve mucho por sus avenidas, sus vías, sus plazas y parques, pero con constantes altos en las cafeterías bohemias y encantadoras de tu inolvidable ciudad.
ResponderEliminarGracias por llevarme de nuevo a esos encantadores y sugerentes espacios con tu poema.
Un abrazo
Hermosa remembranza, creo que me he trasportado en el tiempo…. Besos Adriana.
ResponderEliminarHola querida Adriana: Un relato auténtico y cálido en esta Buenos Aires invernal, con hermosos detalles y el sabor chispeante y humano que pones en tu obra. Felicitaciones, Besos!!!
ResponderEliminarQue sifícil se me hace desde este Madrid, en que un sol de Justicia agobia el ánimo, pensar en aguanieve. A pesar de lo bien que nos pintas la escena, no puede ser para mi más que un cuento, un hermoso cuento. Besos, amiga. Disfruta del Invierno.
ResponderEliminarImagino la cafetería y su ambiente cálido en medio de la intemperie porque tú lo has contado con mucha dulzura en este poema narrativo. ¡Menos mal que no soy golosa!
ResponderEliminarY sí, trabajar en una cafetería, como en cualquier lugar donde entre mucha gente, debe ser un oficio que te llene de anécdotas.
Un beso, Adriana.
Hemos sentido el frío enigmático y desolador de fuera y el calorcito compartido de dentro, que nos invita a acercarnos y a disfrutar de su mágico ambiente, amiga...Una gozada leerte y compartir tus letras y tu entrañable cercanía, Adriana.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo inmenso por tu buen hacer y tu amistad.
M.Jesús
Bajas temperaturas, en una Buenos Aires que espera ver nevar otra vez, como hace unos años...aunque el calor del amor y la amistad, el calor de las palabras siempre están presentes como un dulce y reconfortante capuccino jaja.
ResponderEliminarGracias por llegar hasta mi casa.
Muchos besos y abrazos a todos.
Así de bonito contado...urge encontrar trabajo en una cafetería...
ResponderEliminarPrecioso Adriana, PRECIOSO!!!!
Abrazotes y besotesssssssss
Un capuccino es lo mejor que te puede sentar para el frío de vuestro invierno, nosotros por aquí disfrutaremos en la cafetería Nirvana con un té helado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :))
Las cafeterías son sitios especiales para empezar cualquier viaje al nirvana, ya con el aroma del café se empieza a volar.
ResponderEliminarTu estilo de escribir un verdadero alfajor de chocolate con almendras que sin que uno se de cuenta lo pone por allá en las alturas.
Sé que es eso del frío, pero por acá es impensable, a veces la temperatura baja a los 14 grados, de resto se mantiene entre 18 y 25.
Para envidiar al caballero en compañía de la dama del escote que cruza y descruza piernas!!!
Besos querida Adriana Alba!!!
Me veo sentada en esa cafetería tomando un irlandés (mi preferido)con delicias de chocolate y en muy buena compañía. Adri me has llevado al Nirvada te aseguro jeje.
ResponderEliminarBesitos y gracias por esta bella caricia invernal.
REM
Nirvana, quise decir, viste que estaba ahí jaja.
EliminarPrecioso cuadro intimista, me lleva la invierno cuando buscas el refugio de un café agradable para pasar la tarde, me ha parecido raro teninedo en cuenta que aquí estamos en pleno verano y deseando disfrutar de las vacaciones. Un beso.
ResponderEliminarQue linda historia, que dulce... me gustó...
ResponderEliminarTe abrazo
Isaac
Exquisita historia!!!!
ResponderEliminarUn placer visitarte y dejar huella.
Saludos.
Un abrazo mi querida Adriana, como siempre es un dulce placer visitar tu casa...Muackkkk..
ResponderEliminarLunita, tanto tiempo!!!!
EliminarEs una alegrìa tener noticias tuyas.
Un abrazo grande.
Maravilloso compartir ese calor del amor, de amistad, frente a un calentito capuchino en ese mágico ambiente…
ResponderEliminarUn cálido abrazo
que linda historia amiga,si es que el frio une los corazones jajajajaj.
ResponderEliminaraca hoy se esta mejor amiga,el sol ha vuelto a brillar y los pajaros han vuelto a salir de sus nidos,hay como extraño la primavera jajajjaja.
besitos amiga mia y feliz semana!!!!!!
Que bonito Adriana, tus versos traen un poco de calorcito a este frío invernal.
ResponderEliminarBesitos!
Gracias por esas palabras tan refrescante en esos días calientes de verano.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
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_____________¶¶¶Queda prohibido...
Queda prohibido no disfrutar de los versos de los amigos,
de no ser feliz con lo que el día a día nos brinda
y nos sonreír por cada minuto de vida que tenemos para disfrutar.
Queda prohibido no sentir cada palabra,
queda prohibido alejarse de los sentimientos
y las ganas de vivir y ser feliz consigo mismo.
(¸¸.♥➷♥•*¨)¸.•´¸.•*¨) ¸.•*¨)
(¸.•´(¸. ¸.•´¸.•*¨) ¸.♥➷•*¨)TE DESEO UN HERMOSO FIN DE SEMANA!!!!
Es porque la propietaria de la cafetería era una picarona y echaba canela a los cafés...
ResponderEliminarUn beso de cuatro, compi!
"Las cucharitas se marean dentro de las tazas" (sonrío)
ResponderEliminarSabes crear poesía de los momentos cotidanos.
Tu poema es una sonrisa a la vida. El cortejo de los amantes, el café delicioso y testigo, el agua nieve a punto de caer...
Adorable.
Abrazos grandes, linda Adri, y un cafecito bien caliente mientras vemos caer la esperada aguanieve sobre tu Buenos Aires :)
¡Hola Adri!!!
ResponderEliminarQue lindo escribes amiga, que poesía tan bonita nos dejas, de esos instantes cotidianos.
Yo pasaría por la Nirvana" y me tomaría u capuchino... o un chocolate con almendras. ¡Muuuuuuu debe estar de muerte!!!! Claro está, si estuviera.
Estoy de descanso, pero de cuando en vez hago una visita a mis amigos/as blogueras/os.
Gracias Adri, por regalarnos tus bonitas letras.
Te dejo mi gratitud y mi estima. Se muy feliz.
Hermoso relato, con un final acorde que impacta, junto a la descripciòn de cada momento........
ResponderEliminarPrecioso.
Besos Un placer leerte
Hola, Adriana
ResponderEliminarMe encantan los capuccinos, suelo tomar uno cada día y eso que ahora estamos en pleno verano.
Seguro que los que hacen en Nirvana son deliciosos.
Besotes.