...Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos árboles y a ciertas piedras
Que han esperado muchos años....
(Vicente Huidobro)
(Vicente Huidobro)
*
Me permito recorrer una vez más
ese trayecto...
como diapositivas a color
todo vuelve a mi,
los pinos centinelas al costado del camino,
el aire dulce, y el cantero de lajas
donde bailaban las anémonas,
-y la fuente maravilla de los deseos
con esa resignada ninfa equilibrista-
-y la fuente maravilla de los deseos
con esa resignada ninfa equilibrista-
que tenía por costumbre perder la cabeza.
Varias veces restaurada con cemento rápido
y adornada con collares de enredadera,
para disimular sus cicatrices.
Hoy abriendo el oxidado portón
Hoy abriendo el oxidado portón
lo veo todo diferente,
aunque parezca igual...
La cerca blanca y el buzón,
y la no tan-Santa-Rita-Roja-
abrazada a su farol amante
que fiel y gallardo aún la sostiene.
Todo vuelve a mi y se diluye,
juraría que es éste impetuoso sol de enero,
que corre como un río de ámbar
por la fértil tierra de mi memoria.
A. Alba
*
La pintura es de Martin Carrique
wwwpaisajescarrique@.com.ar
"Hoy lo veo todo diferente aunque parezca igual".
ResponderEliminarPodemos ver lo mismo pero con otros ojos, mucho depende de nuestros estados de ánimo.
Te dejo un abrazo lleno de cariño.
La dualidad de la mirada que sale del alma. Es así"...aunque parezca igual..." cuántas veces nos ha ocurrido?.
ResponderEliminarUn abrazo
La memoria, cuanto nos aporta.
ResponderEliminarNos evoca recuerdos y nos vuelve al pasado aunque lo miremos con otros ojos, con la madurez a cuestas.
Preciosos versos, Adriana.
Cariños varios, amiga mía.
Las cosas van cambiando. Aquellos paisajes, aquellas casas, aquellos árboles...aquella fuente; sólo permanece en nuestros recuerdos, mostrando nostalgia y, a la vez, orgullo por poder haberlas disfrutado en su momento...en otro momento.
ResponderEliminarPreciosa Poesía, Adriana. Me ha encantado.
Un abrazo.
Hermosísima composición rica en idílicas y luminosas imágenes que el sol de Enero devuelve desde las páginas del sentimiento y desde las sonrisas guardadas en el tiempo.
ResponderEliminarEl olvido es un pretexto en una de las dimensiones de la existencia, que el sol hecho naturaleza o la naturaleza hecha sol diluyen como a ese herrumbrado portón dando paso a los brotes incontenibles de la vida.
Asombroso escrito!!!
Todavía no te llamo hermana pero que ganas de hacerlo ja ja ja.
Un abrazo querida Adriana Alba!!!
UNA IMÁGENES MUY BELLAS.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Me encanta toda tu entrada: la pintura de Carrique que no conocía, el verso de Huidrobo, la hermosísima canción de Maria Bethania con versos de Pessoa.
ResponderEliminarTu maravilloso poema, especialmente esos últimos versos que me transmiten calma y armonía:
"Todo vuelve a mi y se diluye,
juraría que es éste impetuoso sol de enero,
que corre como un río de ámbar
por la fértil tierra de mi memoria".
Y Pessoa para ti porque cuando te leía me has recordado este poema:
"Pasa en la noche calma
el callar de la brisa...
Me sucede en el alma
cualquier cosa imprecisa...
Una puerta entreabierta...
Un sonreír dudando...
Una ansia que no acierta
con lo que está pasando.
Sueña, duda, la elevo
hasta quien ser presumo,
y al sueño que en mí llevo
roza su voz de humo".
Mi abrazo, mi cariño y la calma...
y me he sentido caminar por estos senderos de pinos,bajo el intenso sol de enero,me quede embelesada con esa santa rita roja que angalonaba aquella columna.
ResponderEliminarprecioso relato amiga,gracias por hacerme pasear por este bello rincon en el mundo.
te dejo besitos y pasa una feliz semana!!!!!!
Todo es un movimiento constante, abrimos la puerta mil veces y mil veces ha cambiado. Recorremos el sendero que a pesar de ser el mismo, ante nuestra vista interior ha cambiado.
ResponderEliminarPrecioso este poema querida Adri.
Mil besiños.
Me emocionan los comentarios de todos Uds, como siempre mi agradecimiento es infinito, escribir algo propio, significa para mi mucho esfuerzo -no soy escritora-,apenas aprendiz... pero lo hago desde el corazón y encuentro en ello un camino amoroso y sanador -totalmente mágico-, que me anima a seguir intentando ésta bella aventura.
ResponderEliminarBesos a raudales!
Adriana, es un poema para acunarse con él, para saborearlo despacio y sin prisas.
ResponderEliminarEn él, la nostalgia se pasea de forma tímida, porque es un recuerdo alborozado que apenas si termina de formarse, sólo leves pinceladas que concluyen con ese magnífico verso: "Todo vuelve a mi y se diluye".
Incita al paseo de la memoria entre "los pinos centinelas al costado del camino" (otra hermosura(, da la mano y expande los sueños.
Y, todo, acompañado de la hermosa voz de María.
Ay, cómo te quiero.
Cuantos recuerdos reaparecen en una tranquila tarde de enero.
ResponderEliminarCuantas cosas olvidadas.
Bello poema, y excelente foto.
Un abrazo.
Amiga, delicadeza y serenidad me regalan tus bellas letras.
ResponderEliminarAbrazos en el alma.
Adriana, los recuerdos son nuestro patrimonio emocional. Ellos están almacenados de cualquier manera, a veces, ni siquiera se les ha archivado a conciencia con etiquetas de tiempo o de sentimientos. Pero basta un rayo del sol austral para que un hermoso poema fluya por los senderos y las arquitecturas que nunca se han ido ni han sido erosionados. Y la mirada serena contempla el pasado con nostalgia dulce.
ResponderEliminarHay paz y conciliación con ese tiempo ya perdido pero guardado para siempre.
El poema es magnífico, Adriana, y, por supusto la ilustración y el vídeo de María Bethania
Abrazos muy cálidos
Precioso texto Adriana, la descripción poética de ese sitio de la memoria, allí donde se diluye lo mismo y lo distinto y se desvanece el tiempo. Muy bien escrito. Me dieron ganas de ir a ese lugar con esa fuente y esa niña que pierde la cabeza junto a los centinelas álamos. Todo está adentro!
ResponderEliminarGracias, siempre, por estar tan cerca.
Adriana,he abierto contigo ese portón oxidado y he recorrido tus recuerdos frescos aún y detenidos en el sentimiento...Tu magia me volvió niña,me trasladó a la inocencia,que me esperaba en la fuente,en los árboles y el camino...UNA GOZADA LEERTE,AMIGA.
ResponderEliminarEl video sugerente y emotivo,gracias por ello,amiga.
Mi felicitación y mi abrazo inmenso...como ese último rayo de sol de enero...FELIZ TARDE-NOCHE,AMIGA.
M.Jesús
Adriana, me ha encantado tu entrada, y me has hecho recorrer senderos casi olvidados de mi vida, según iba leyendo tu poema... la fuente me ha traído los ecos lejanos, cuando en el invierno se llenaba de carámbanos, y todo era casi mágico.
ResponderEliminarUn abrazo con una lluvia de felicidad.
Tan bello,es un gusto regresar y encontrarte...
ResponderEliminaraplausos, albita! gran poema,bella pintura, y final con pessoa!
ResponderEliminarmil besos*
Un placer estar aquí Adriana, el poema la pintura...me encantó. Bss
ResponderEliminarAdriana ,abrir ese portón oxidado y encontrarte con tus recuerdos entrañables que te llenan de vida ...que cada sol de enero te permita siempre recorrer ese trayecto y lo compartas con escritos tan magníficos .
ResponderEliminarQue tengas un feliz día.
Abrazos.
Pues el impetuoso sol de enero hace mella en tu alma y deja que tus labios y tus plumas sigan el baile de las letras más enervantes. Un placer inteligente leerte, Adriana.
ResponderEliminarMil besos, cariño.
Todo vuelve a tí porque todo está en tí. ES un poema muy hermoso.
ResponderEliminarUn abrazo
mj
"Todo vuelve a mi y se diluye,
ResponderEliminarjuraría que es éste impetuoso sol de enero,
que corre como un río de ámbar
por la fértil tierra de mi memoria."
El sortilegio de la nostalgia y la prontitud de la memoria.
El impetuoso sol de enero tiene el poder de la recreación.
Bellísimo!!!!!
Abrazos.
Bellísimo, subliminalmente subreal... es de lo mejor que te he leído.... siempre con cariño
ResponderEliminarPaz&Amor
Isaac
También pienso igual; hay días que se repiten casi exactamente; bueno no todo el día pero sí un par de horas; lo único trsite es que ya no encontramos a los que hicieron ese día en antaño feliz
ResponderEliminarUn abrazo
Ya andaba yo un poco despistada con lo del sol de enero, cuando aquí en enero pocas veces calienta el sol. Pero por fin me he situado, sustituyendo enero por agosto.
ResponderEliminarBellas palabras.
¡Biquiños!
Carmen
Precioso tu poema Adri, disfruté mucho de la descripción de ese recorrido y me llenó de nostalgia,quizás porque me hizo evocar algún recuerdo de mi infancia.
ResponderEliminarBesitos
Precioso amiga tu poema, con tinte nostálgico, me ha gustado mucho.Besitos.
ResponderEliminarPost exquisito, Adriana, me gustó mucho: los versoss de Vicentee Huidibro, que tanto dicen, con esa melancolía que desprende y la voz de María Betanha, tan propia, tan original. Que tengas buena semana.
ResponderEliminarMejor dejar parte de nuestra vida a un árbol o a una piedra que a personas que no lo merecen.
ResponderEliminarFeliz semana, amiga COMPI!
Bellos versos.
ResponderEliminarSaludos
Todo cambia, como el agua que recorre el rio...y el camino continua, aún queda una lucecita a seguir...
ResponderEliminarLa pintura es preciosa, parece una foto
Besos Adriana
Estoy convencida, querida amiga, muchas veces no miramos con el sentido de la vista, los ojos del corazón son los que ven más y a veces, según nuestro estado de ánimo, no nos dejan ver claramente la realidad.
ResponderEliminarTe dejo un fuerte abrazo.
Kasioles
Amiga mia, como me has hecho recordar cuando hace poco paseaba por las calles que me vieron nacer y crecer y pensaba...ya nada es lo mismo. Quizá sea la mirada, quizá el tiempo que distorsiona las cosas. El caso es que mi recuerdo en nada tenia que ver con la realidad por la que estaba paseando.
EliminarBellas letras Adriana, tu corazón te dicta hermosas palabras siempre.
Te dejo un cálido abrazo
Adriana,
ResponderEliminarLa memoria siempre nos sorprende con nuevos paisajes.
Muy buena introspectiva.
Saludos.
tus versos bucólicos me hicieron acompañarte en el trayecto.
ResponderEliminarme quedo aquí
Un poema bellísimo con ua riqueza de imágenes espectacular. El paisaje y profundos sentimientos amarrados a la impronta de tus versos. Un abrazo.
ResponderEliminarCuando los ruidos se apagan, dentro y fuera, todo es quietud, entonces la conciencia se despereza, se yergue y mira a su alrededor y ¡oh prodigio!, en el espejo de la naturaleza se contempla. Descubre la misma alma, fuera, por doquier, y lentamente recuerda.
ResponderEliminarHermoso Adriana! unos versos preciosos. Y la imagen que acompaña es perfecta.
ResponderEliminarYa estoy de vuelta, ahora voy a poder disfrutar nuevamente de tus entradas y de blogger! =)
Un beso enorme!
Que belleza, cuanta sensibilidad y nostalgia! Sos una mujer de mucha potencia y fuerza interior, me encanta tu poesia plena de significado. Te dejo un abrazo.
ResponderEliminarGran poema de Huidobro, con esa nostalgia que nos hace mirar la vida que recorremos. La pintura de Carrique es la ideal para el poema parece que habla por sí sola. Muchas gracias por saber elegir lo mejor, tu sensibilidad nos premia.
ResponderEliminarBesitos.
Maravillosamente delicados esos collares de enredaderas intentando ocultar las cicatrices. Bellos, Adriana, como esos recuerdos acristalados en la memoria.
ResponderEliminarQue ese sol de enero te traiga bellas flores, como tus versos.
Todo mi cariño.
Que hermoso recorrido, tan lleno de hermosos recuerdos, de tiempos por siempre instalados.
ResponderEliminarAbrazos, Adriana
Un sol de Enero que atrae recuerdos intensos dignos de plasmarse en la poesía.
ResponderEliminarhttp://enfugayremolino.blogspot.com/
Maravillosa poesía, como agua cristalina que fluye a través de los viejos surcos del pensamiento, reflejando luz nueva a cada paso...
ResponderEliminarBesos desde el ocaso.
Hay caminos por recorrer siempre una y otra vez, así es la vida.
ResponderEliminarNada se repite dos veces de la misma manera.
ResponderEliminarUn beso.
Me ha gustado tu sol de enero, me da calidez
ResponderEliminarcon ternura
Sor.Cecilia
Adriana, hermoso sol de Enero describen tus letras
ResponderEliminarBuen fin de semana
Un abrazo
Nada es igual de una mañana a otra aunque así lo parezca. Nosotros no somos los mismos cuando en algo cotidiano podemos encontrar alguna diferencia. besos Adriana, muy lindo tu poema!!
ResponderEliminarCada día renacemos de forma diferente. Eso nos ayuda a crecer y a seguir viviendo con esperanza.
ResponderEliminarun beso
Volver siempre nos depara una visión diferente de aquel entorno que una vez amamos. Hemos transitado otros caminos, algunos de lajas, otros de espinas, a veces (pocas) de algodones y risas. Pero volver siempre tendrá el sabor de la vida.
ResponderEliminar¡¡Bellísimo, Adri!! Se siente la magia del momento.
Besazos, amorosa.
Hola Adriana: me encantó el poema, en particular estos versos.. "la fuente maravilla de los deseos
ResponderEliminarcon esa resignada ninfa equilibrista-
que tenía por costumbre perder la cabeza"
Abrazo. Jabo
Un hermoso poema con evocaciones tan lejanas de mi niñez. Un abrazo para ti, me ha encantado leerte.
ResponderEliminarLlego siguiendo la huella que has dejado en mi almacén, Adriana.
EliminarAquí se respira armonía, poesía y serenidad.
A mí también me gusto mucho esa parte de la ninfa, es que es muy visual.
La memoria, selectiva al fin, irá reescribiendo los recuerdos conforme miremos el presente.
El poema de Pessoa que inica el vídeo de Bethania lo tengo escrito en la primera página de mi cuaderno de citas y pensamientos. Me encanta.
Un beso, Adriana.
Bendito sol de enero
ResponderEliminarque te han inspirado
tus siempre hermosas palabras.
Aunque el paisaje
que los ojos recorren
sea el mismo,
se muestra diferente
cuando se ve desde del alma.
Un abrazo muy grande Adriana
qué belleza, Adri!!!
ResponderEliminarsol de enero, mi sol de verano, tus palabras me han transportado y encantado.
escribes maravillosamente.
un fuerte abrazo!!!!!!!
Me conmueves.Es maravilloso leerte.Templas mis emociones.
ResponderEliminarUn fuerte beso
Precioso querida Adri. Cuantas veces he tenido esa sensación de que era lo mismo, pero ya no era igual. Los recuerdos tambien son vida, forman parte de ella y se quedan en un lugar del corazón donde despiertan las emociones.
ResponderEliminarUn abrazoooo!!
Hola Adriana, que belleza de letras, llenan mi alma de sensaciones. Besos, cuidate. Un placer leerte amiga.
ResponderEliminarPrincesa hermosa, se me diluyen las emociones con re leerte, con pensarte, con imaginarte, para ti mi abrazo asoleado de enero a diciembre, un abrazo de re encuentro!
ResponderEliminarUn Besito Marino
Querida Adriana, si es de tu agrado, tengo un pequeño regalito para vos en mi blog. Un beso.
ResponderEliminarEse sol de Enero te ilumina muy bien.
ResponderEliminarPara mí lo quisiera.
Besos.
Que lindo! Os dois textos e a pintura também! Foi muito bom passar por aqui, Adriana, un fuerte abrazo!
ResponderEliminarMe ha encantado el poema. Hace recorrer senderos que olvidados quedaron, al abrir el portón oxidado los recuerdos volvieron llenando de aire dulce el camino.
ResponderEliminar-Todo vuelve a mí y se diluye,
juraría que es éste impetuoso sol de enero,
que corre como un río de ámbar
por la fértil tierra de mi memoria-.
Un cálido abrazo
Caminar por la vida y caminar por la memoria, nuestra vida es un caminar continuo.
ResponderEliminarBuen día
Paso a dejarte un fuerte abrazo y un gran beso.
ResponderEliminarSaludos cariñosos querida Audri.
Hasta pronto.
Fenomenal tavesía de la mano del Dios Sol acaríciando nuestra piel, alma y espíritu.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quedo con esta sensación de sol de enero
ResponderEliminarun abrazo
“Para escribir un solo verso, es necesario haber visto muchas ciudades, hombres y cosas; hace falta conocer a los animales, hay que sentir cómo vuelan los pájaros y saber qué movimiento hacen las pequeñas flores al abrirse por la mañana. Es necesario poder pensar en caminos de regiones desconocidas, en encuentros inesperados, en despedidas que hacía tiempo se veían llegar; en días de infancia cuyo misterio no está aún aclarado; [...] en mañanas al borde del mar, en la mar misma, en mares, en noches de viaje que temblaban muy alto y volaban con todas las estrellas -y no es suficiente incluso saber pensar en todo esto. Es necesario tener recuerdos de muchas noches de amor, en las que ninguna se parece a la otra, [...] Es necesario aún haber estado al lado de los moribundos, haber permanecido sentado junto a los muertos, en la habitación, con la ventana abierta y los ruidos que vienen a golpes. Y tampoco basta tener recuerdos. Es necesario saber olvidarlos cuando son muchos, y hay que tener la paciencia de esperar que vuelvan. Pues, los recuerdos mismos, no son aún esto. Hasta que no se convierten en nosotros, sangre, mirada, gesto, cuando ya no tienen nombre y no se les distingue de nosotros mismos, hasta entonces no puede suceder que en una hora muy rara, del centro de ellos se eleve la primera palabra de un verso…”
ResponderEliminarDe “Los cuadernos de Malte Laurids Brigge”
Rilke M.R.